El actor Eduardo García Martínez nació el día 30 de abril del año 1992 en la ciudad de Madrid.
A pesar de que cuando era muy pequeño su madre lo apuntó al grupo teatral de su escuela, el pequeño Eduardo lo dejó porque no le gustaba. Su madre, a pesar de ello, como la profesora le había dicho que el chico tenía madera para la interpretación, siguió llevándole a diferentes cástings de anuncios y series de televisión.
En el año 2001 participó en un pequeño papel en la serie “Cuéntame cómo pasó”, consiguiendo entrar, al año siguiente, a formar parte del reparto de la serie “Un lugar en el mundo”. Sin embargo, la misma estuvo muy poco en pantalla debido a la baja audiencia que consiguió.
Fue en el año 2003 cuando la suerte le iba a sonreír a Eduardo, ya que le contrataron para integrarse en el equipo de la serie “Aquí no hay quien viva”, que le dió una gran popularidad. En dicha serie interpretaba a José Miguel Cuesta, el simpático hijo del presidente de la comunidad de vecinos, un chico mucho más espabilado de lo que le correspondría por la edad, e integrado en la pandilla del videoclub, a pesar de ser éstos adultos.
En el año 2007 fue fichado también para la que puede considerarse secuela de la anterior serie, “La que se avecina”, donde hace un personaje muy similar dando vida a Francisco Javier Pastor Madariaga, conocido como "Fran". Es hijo del concejal Enrique Pastor, y su papel es el de un adolescente pasota, que va cambiando de tribu urbana.
Ha participado puntualmente en otras series y producciones de televisión, como “El internado” o “La hora de José Mota”, en esta última interpretando al “tío la vara” de joven.
En el año 2005 debutó en el cine, ya que Santiago Segura, a quien le gustaba el personaje que el chico hacía en la serie, lo contrató para que interviniera en la película Torrente 3, el protector.
Al año siguiente participó también en el largometraje La máquina de bailar, dirigida por Óscar Aibar, en la que interpreta a Óscar, uno de los participantes en el torneo del videojuego.