Glenn Miller

En 1935 estudió tería musical con Joseph Schillinger, que fue de gran influencia en el desarrollo de la instrumentación, un componente importante en su éxito posterior. 

Miller formó su primera banda en 1937; atrajo poca atención, pero algunas de sus grabaciones despertaron la admiración de los críticos, sobre todo su arreglo de "I Got Rhythm", con su uso de contramelodía y múltiples finales falsos.

A principios de 1938 disolvió su primera orquesta y de inmediato montó una nueva. Con este grupo descubrió el sonido que le conseguiría una fama duradera. "Una banda debe tener un sonido propio; debe tener una personalidad", afirmó alguna vez. Su fórmula consistía en un clarinete tocando la melodía, doblado por un saxofón tenor tocando una octava más baja y otros saxos en el soporte armónico. El historiador de jazz Gunther Schuller escribió: "Es difícil pensar en cualquier persona con un sonido tan único".

La nueva orquesta tocó salones y casinos en todo el Este, incluyendo varias presentaciones que se emitieron en directo por radios nacionales. Las presentaciones en vivo superaban una tras otra los registros de asistencia. A finales de 1939, Miller consiguió su propio programa de radio tres veces por semana. La banda era solicitada constantemente para sesiones de grabación, así como películas (Sun Valley Serenade en 1941 y Orchestra Wives en 1942). La primera grabación que superó un millón de ventas, fue su propia composición, "Moonlight Serenade "(1939). Otros éxitos de la banda más popular de la nación incluyen "In the Mood", “Sunrise Serenade", "Tuxedo Junction" y "Perfidia".

Miller era un perfeccionista, más interesado en la aceptación masiva que en el reconocimiento de la crítica, y menos preocupados por cuánto su música cumplía con los ideales del jazz, que con lo bien que se conectaba con el oyente. Sus éxitos definen en si mismos la era del swing, y están entre las canciones más queridas de la época. Una contribución al éxito de su banda fue el saxofonista y cantante Tex Beneke, cuyos tintes country de voz resaltaban en canciones como  "Chattanooga Choo Choo" y "(Tengo un Gal en) Kalamazoo". También notable fue Wilbur Schwartz, cuyas líneas de solo en el clarinete se destacaban por la pureza de tono. Bobby Hackett era conocido como un cornetista de jazz, aunque su estilo era considerado demasiado suave para la sección de metales de Miller y en lugar de eso se desempeñó como guitarrista de la banda; de vez en cuando consiguía un solo: a su vez en "A String of Pearls" es quizás el solo instrumental más celebrado entre todas las grabaciones de Miller. 

El reinado de Miller en la cima de las listas de música popular llegó relativamente tarde en su carrera, y sorprendió al mundo de la música al disolver su orquesta y alistarse en el ejército en el otoño de 1942. Para recaudar millones de dólares para la guerra, pasó desde octubre de 1942 a diciembre de 1944  liderando la all-star Army Air Force Band, una orquesta de 42 instrumentos con un coro de 19 integrantes. La banda estaba formada por algunos de los mejores jintérpretes clásicos y de jazz, y su variado repertorio se adaptaba muy bien a las propias ambiciones de Miller como líder y arreglista.

Cuando Miller abordó un vuelo militar de Londres a París el 15 de diciembre de 1944, trascendió su fama para convertirse en una figura del mito americano. Nunca se hallaron rastros del avión, y su destino ha sido objeto de muchas especulaciones, incluyendo teorías que van desde el mal tiempo a un golpe accidental por los bombarderos británicos vaciando rápido su carga sobre el Canal Inglés. 

La muerte de Miller llegó como una sorpresa para sus fans en todo el mundo, así como para los militares estadounidenses que lo incluyeron junto a Bob Hope y las hermanas Andrews como los mayores impulsores de la moral durante la guerra.

La leyenda de Miller se vio reforzada por el romántico film biográfico "La historia de Glenn Miller" (1953), protagonizada por James Stewart como. La Glenn Miller Orchestra, dirigida por Tex Beneke durante la década de 1940 y posteriormente por otros, continuó tocando conciertos con entradas agotadas en el siglo 21, y las grabaciones originales de Miller siguieron vendiéndose por millones. 

En 2010 se abrió en Clarinda, Iowa, el Museo Casa Natal de Glenn Miller, que narra la vida y el legado del músico a través de fotos y otros recuerdos,