Isaac Peral y Caballero

Científico, marino, militar e inventor español. Participó en la Guerra de los Díez Años en Cuba, asimismo en la Guerra Carlista. También se resalta su trabajo científico, escribiendo el “tratado teórico práctico sobre huracanes”.

Durante la crisis de las Carolinas (1885), en que Alemania tuvo el propósito de quitar dicho archipiélago a España, informó que hubo solucionado el problema de la navegación submarina. Tras verificar su proyecto los científicos, fue trasladado al Ministro de Marina, quien le dio su visto bueno. Lamentablemente los sucesores no le dieron el mérito de su antecesor.

Su proyecto del torpedero submarino fue desechado por órdenes de la Reina María Cristina (1888). Además se promovió una campaña ofensiva en contra del inventor, quien pidió su baja de la Marina y trató de explicar lo que había sucedido a las grandes masas.

Falleció por una basalioma, que es un carcinoma de células basales (cáncer de piel), en 1895.

Se cuenta que su invento tenía una propulsión de dos motores eléctricos de 30 caballos. Con una batería de 613 elementos. Contando con un lanzatorpedos, que permitía al submarino estar sumergido a la profundidad deseada.

En el momento que el inventor quiso realizar las pruebas no se dio el permiso para realizar la más contundente. Que era la de cruzar el estrecho de Gibraltar, desde Algeciras hasta Ceuta. Demostrando que podía sumergirse a la voluntad de la persona al mando. Incluso demostró que podía atacar su objetivo sin ser percibido por ningún buque.

La Comisión Técnica avaló el éxito de las pruebas del primer submarino de la historia. No obstante, las autoridades del momento desecharon el invento y promovieron desprestigiar la imagen del inventor.

Se le impidió publicar su "Manifiesto" en ningún medio de comunicación. Finalmente, consiguió publicarlo, costeándoselo de su peculio, en un periódico satírico llamado "El Matute".

Siendo un civil, consiguió fundar varias empresas con éxito, relacionadas con su especialidad: el aprovechamiento de la energía eléctrica.

En 1895, Peral viaja a Berlín para ser operado de cáncer, pero un descuido le produce una meningitis que acaba con su vida el 22 de mayo. El 11 de noviembre de 1911 es exhumado para trasladar sus restos mortales a Cartagena.