Alejandro I Karageorgévich

Con la desintegración del Imperio Austroúngaro tras la Primera Guerra Mundial, Serbia se separó y se unió a distintos estados eslavos, con lo que el heredero de Pedro I de Serbia se convirtió en el primer rey de Yugoslavia, que para ese tiempo lo componían Serbia, Croacia y Eslovenia. Sus primeros pasos estuvieron dirigidos en torno a consolidar las fronteras de su recién formado país e impedir que Italia expandiera sus dominios, para lo que se alió con Rumanía y Checoslovaquia.

Sin embargo, tuvo que enfrentarse también a algunas peleas internas, como la derivada de los esfuerzos por parte de los croatas por convertirse en un estado independiente. Cuando un diputado de ese país fue asesinado y fue instaurada una asamblea en Zágreb, Karageorgévich estableció una dictadura, en la que suspendió la Constitución, eliminó todos los partidos políticos y dividió a su antojo el país sin tener en cuenta las fronteras o los idiomas que hasta entonces habían conformado cada uno de los diferentes territorios. Fue en ese momento en el que los dominios del gobernante recibieron el nombre de Reino de Yugoslavia.

Se fundó una policía política y unos planes educativos unificados, incluso se declararon como fiestas las mismas para todos. Todo ello solo logró que Croacia se opusiera más, oposición a la que se unieron también Macedonia e incluso algunos súbditos serbios que buscaban que el gobierno levantara la mano.

Con el propósito de mejorar la economía realizó la fundación de dos ententes, una conocida como la Pequeña Entente con Checoslovaquia y Rumanía y otra, la Entente Balcánica en la que participaba con Grecia, Turquía y Rumanía. También volvió a retomar una abandonada relación con el gobierno francés.

Las revueltas internas fueron cada vez a más, y muchas veces el descontento de todos los ciudadanos se manifestaba públicamente. Eso unido a una incipiente crisis económica le hizo considerar volver a instaurar un sistema parlamentario, pero todos esos supuestos planes aperturistas fueron truncados al ser asesinado por un terrorista macedonio nacido en Bulgaria. En el atentado murieron también el ministro de asuntos exteriores francés y dos de los espectadores que estaban en la calle durante el desembarco del rey en Francia. Le sucedió su hijo Pedro, conocido después como Pedro II, que al ser menor de edad para cuando ascendió al trono su tío Pablo ejerció como regente y tutor hasta que alcanzó la mayoría de edad.