Fundador del imperio Portugués en el Oriente,
Alfonso de Alburquerque, fue un navegante de Portugal que nació en el año
1453 en un pueblo muy cerca de la ciudad de Lisboa. Desde muy joven recibió una preparación para ser guerrero y combatiente es así que fue instruido en las armas en la corte del rey
Alfonso V de Portugal.
Luego de su participación en la batalla de Otranto y luchando contra el ejército de los turcos fue llamado
Alfonso el Grande. Por orden del Rey
Manuel de Portugal debe dirigirse a la ciudad de Cochin a las Indias, es allí donde se establece el centro político y comercial de Portugal, justamente aprovechando que aquella ciudad de Cochin era una de las primeras colonias de Portugal
Alfonso de Alburquerque logró expandir sus dominios a tierras cercanas a Portugal y ampliar así el territorio en oriente. Ya siendo virrey se expandió hasta las costas de Madagascar para explorarlas y tomo Goa, también intentó destruir el puerto de Suez con su ejército pero se rindieron.
Uno de sus más grandes logros fue tomar la plaza Ormuz y su rey debió pagar tributo a Portugal luego de su rendimiento. Así este puerto siguió siendo un importante enclave comercial, uno de los más importantes del Golfo Pérsico.
Pero las cosas no serían perfectas para Alfonso quien luego de ganar tierras para Portugal regresó a las Indias, pero el virrey no quiso darle el mando y lo encarceló por un año, hasta que fue liberado por un ejército de Portugal quienes obligaron al virrey a darle el cargo a Alfonso. Desde allí empezó su trabajo de aumentar y expandir el poder de Portugal y formó un territorio disciplinado pero siempre brindando la confianza a su pueblo.
Con su poderío y su ejército conquistó Siam, Molucas, Ceilán, las plazas de Malaca, Pegu, y las islas de Sonda. Alfonso fue un hombre justo, cabal y sin tacha alguna, que por su honradez fue respetado por sus superiores, tanto es así que estando próximo a morir escribió una carta muy sentida al rey contándole todo lo ocurrido en batalla y recomendando a su aún joven hijo como el sucesor.
Alburquerque murió un
16 de diciembre de 1515 unos días antes de llegar a Goa.