Nacido el 9 de octubre de 1859 en Mulhouse, Francia, el capitán
Alfred Dreyfus del ejército francés fue declarado culpable de traición ante una multitud que lanzaba epítetos antisemitas y el 5 de enero de 1895 fue degradado públicamente y exiliado de por vida a la Isla del Diablo en la costa de América del Sur. Conocido como el
Caso Dreyfus, esta controversia marcó profundamente la historia política y social de la Tercera República Francesa.
Dreyfus era hijo de un rico fabricante textil judío. En 1882 ingresó en la École Polytechnique y decidió seguir la carrera militar y se unió al ejército como ingeniero. En 1889 había ascendido al rango de capitán, y se convirtió en el único judío del estado mayor.
En el otoño de 1894, la inteligencia francesa descubrió un documento militar secreto enviado por un oficial francés al adjunto militar de la embajada alemana en París. La evidencia señaló al mayor Ferdinand Walsin Esterhazy, un húngaro con conexiones alemanas, como el traidor, pero el establishment militar francés, en particular el mayor HJ Henry del servicio de inteligencia, encontró esto imposible de creer. Dreyfus, como judío, era un chivo expiatorio adecuado, y fue acusado de traición. Después de una corte marcial secreta, fue condenado por evidencia insuficiente, degradado y exiliado.
La familia de Dreyfus persistió en luchar contra el veredicto. El nuevo jefe de inteligencia francés, el teniente coronel Georges Picquart, había percibido algo sospechoso en el juicio, y nuevas pruebas dejaron en claro que Esterhazy era un agente alemán. Pero el mayor Henry falsificó documentos para demostrar que el veredicto marcial de la corte era correcto, y Picquart fue destituido de su cargo y asignado al servicio en África.
Antes de salir de París, contó su versión del caso a sus amigos, y el senador de izquierda August Scheurer-Kestner se hizo cargo de la causa, anunciando en el Senado que Dreyfus era inocente y acusando abiertamente a Esterhazy. Pero el gobierno de derecha se negó a escuchar la nueva evidencia. Esterhazy fue juzgado y absuelto y Picquart fue sentenciado a 60 días de prisión.
El caso llegó a un punto crítico el 13 de enero de 1898, cuando el novelista
Emile Zola publicó su famosa carta
J'Accuse en la portada del periódico L'Aurore. Zola, no conocido como amigo de los judíos, acusó a los denunciantes de
Dreyfus de difamación maliciosa. El artículo causó una gran impresión: se vendieron 200.000 copias solo en París. En febrero, el propio Zola fue declarado culpable de difamación.
La protesta pública continuó, y finalmente se celebró un segundo juicio en 1899. El veredicto fue nuevamente traición, pero la sentencia se redujo a diez años debido a "circunstancias atenuantes". Dreyfus acordó no apelar, y finalmente fue indultado por el presidente de la república.
En 1904 se concedió un nuevo juicio y en julio de 1906 un tribunal civil de apelaciones (la Cour d'Appel) declaró la total inocencia de Dreyfus y revocó todas las condenas anteriores. El parlamento aprobó un proyecto de ley para restablecer a Dreyfus. El 22 de julio fue reincorporado formalmente y condecorado con la Legión de Honor. Después de un breve servicio en el ejército, en el que alcanzó el rango de mayor, se retiró a las reservas. Fue llamado al servicio activo durante la Primera Guerra Mundial y, como teniente coronel, dirigió una columna de artillería.
Después de la guerra se retiró a la oscuridad y falleció el 12 de julio de 1935 en París. El ejército no declaró públicamente su inocencia hasta 1995.