Alfredo Stroessner

Un soldado profesional dedicado, con un inquebrantable sentido de patriotismo, Stroessner comenzó su carrera militar durante el estallido de la Guerra del Chaco con Bolivia. Primero fue destinado al sitio de avanzada de Boquerón Paraguay, como cadete del colegio militar al mando de un pelotón de infantería, en septiembre de 1932 posteriormente,  como subteniente, se le destinó al campo y de allí se lo transfirió a la artillería, su división favorita. Como comandante de pelotón de morteros, sirvió con distinción en todo el resto de la guerra y recibió numerosas menciones.

Ascendido a capitán en 1936, Stroessner ascendió rápidamente en rango y se convirtió en general de división en 1951. Luego de sus servicios en Chaco se destacó por su participación como oficial del ejército leal en la gran revolución de 1947, en la que fue elogiado por su éxito en el bloqueo de las fronteras del sur Paraguay contra las unidades rebeldes del ejército y de la marina.

En 1954, dirigió el golpe de Estado que derrocó al gobierno del presidente Federico Chaves. Asumió formalmente como presidente en agosto de 1954, fue reelegido sucesivamente, aunque a veces tenía poca o ninguna oposición. La administración de Stroessner se basó en una alianza entre los militares y el Partido Colorado dominante. Se permitió la existencia de ciertos partidos políticos, pero otros fueron prohibidos.

Parte del éxito de Stroessner no sólo se cimentó en su fuerte dominio sobre el país, sino también en una economía relativamente sólida y estable que procuró a Paraguay. La economía del país creció a un ritmo poco común en los países de América Latina en ese momento.

Fuerte anticomunista, con el apoyo de Estados Unidos Stroessner anuló todos los intentos subversivos en Paraguay, contra objetivos americanos, incluyendo la participación de un contingente de Paraguay en el episodio República Dominicana. En 1968, tras su tercera reelección, visitó oficialmente Washington, siendo el segundo presidente de Paraguay en haber sido invitado oficialmente a los Estados Unidos.

Bajo el gobierno de Stroessner, no había libertad de prensa. rotativas de periódicos y emisoras de radio fueron destruidos sistemáticamente por la policía alineada con el Partido Colorado. Según Newsweek, "ser miembro del partido (del Partido Colorado) era un requisito previo para conseguir la mayoría de los puestos de trabajo en la administración pública, en la militicia, o incluso en la medicina y la enseñanza. Las herramientas de Stroessner fueron la violencia y el miedo. Los críticos del gobierno desaparecieron, sólo para reaparecer flotando boca abajo en el fangoso río Paraguay".

Después de 35 años de gobierno, el imperio de Stroessner comenzó a desmoronarse. Los EE.UU. presionaron por reformas a finales de los años 1970 y 1980, después que salieran a la luz las violaciónes a los derechos humanos. A continuación, la economía, que había sido bastante fuerte, comenzó a disminuir, y la inflación se elevó al 30 por ciento. Las protestas callejeras, impensables unos años antes, comenzaron a aparecer en 1986. En 1988, el Papa Juan Pablo II recorrió América del Sur, y pidió reformas importantes en Paraguay. Stroessner se enfermó, y mientras se recuperaba de una cirugía de próstata, su ex mano derecha, Andrés Rodríguez, encabezó un golpe militar que derrocó al dictador en febrero de 1989.

Stroessner fue colocado originalmente bajo arresto domiciliario, y más tarde se le permitió exiliarse en Brasil. En 1996, se lo habría reportado viviendo en una mansión muy bien guardado en Brasil, de vez en cuando dedicándose la pesca, y manteniendo un perfil bajo.

En julio de 2006, Stroessner fue operado de una hernia en el Hospital Santa Lucía, de Brasilia; tras sufrir complicaciones pulmonares, se mantuvo en estado crítico hasta el 16 de agosto de 2006, cuando falleció. Fue sepultado en el cementerio Campamento de la Paz de Brasilia.