El dictador y líder militar de Nicaragua
Anastasio Somoza (1896-1956) utilizó su posición como comandante de la guardia nacional para derrocar al gobierno en 1936, y asumió la presidencia en 1937. Gobernó Nicaragua como un feudo personal y fue odiado por muchos demócratas.
Anastasio Somoza García, nació en San Marcos el 1 de febrero de 1896, hijo de Julia García y Anastasio Somoza, un plantador de café; recibió su educación primaria en su pueblo. Después de asistir al Instituto Nacional de Oriente en Granada, Nicaragua, viajó a Filadelfia para estudiar en la Escuela de Administración de Empresas Peirce. Estando en Filadelfia conoció a su futura esposa, Salvadora Debayle, perteneciente a una prominente familia nicaragüense. Al regresar a su país, emprendió diversos negocios sin demasiado éxito, también tuvo varios trabajos antes de entrar en la vida política.
Durante la revolución liberal contra Emiliano Chamorro y Adolfo Díaz (1926-1927), Somoza se unió a la causa liberal. Cuando los liberales volvieron al poder después de la elección supervisada por los Estados Unidos de 1928, Somoza ascendió en la política nicaragüense. Los informes atribuyen este ascenso a su talento como intérprete durante las negociaciones que terminaron con la revolución y su encanto y talento para el baile.
Somoza ocupó los cargos de administrador de impuestos, gobernador del departamento de León, ministro de Costa Rica, y subsecretario y secretario de relaciones exteriores. Cuando los Estados Unidos se dispuesieron a retirar a los marines y hacer regresar a sus oficiales a los Estados Unidos, entrenando a de la Guardia Nacional nicaragüense, el presidente José Moncada seleccionó a Somoza como su comandante.
Tras la retirada de los marines el 2 de enero de 1933, y después de que el jefe guerrillero Augusto César Sandino hiciera las paces con el gobierno, una fuerte hostilidad se desarrolló entre Somoza y Sandino. Esta animosidad culminó en la noche del 21 de febrero de 1934, cuando los miembros de la Guardia Nacional secuestraron y mataron a Sandino, quien se encontraba en Managua.
Cuando Somoza, operando para llegar a la presidencia, se convenció de que el presidente Juan Bautista Sacasa estaba tratando de detenerlo, obligó al presidente y al vicepresidente a renunciar en junio de 1936. Luego de un gobierno interino, Somoza asumió la presidencia el 1 de enero de 1937, después de su elección en diciembre.
Somoza ocupó la presidencia hasta 1956, con la excepción de un período, cuando Leonardo Argüello asumió en en 1947. Argüello, demasiado independiente, fue expulsado y reemplazado por uno de los tíos de Somoza, Víctor M. Román y Reyes. Somoza retomó la presidencia en 1950, después de la muerte de su tío.
Desde la presidencia, Somoza fomentó la agricultura, la ganadería y la producción de minerales; patrocinado obras públicas; haciendo a Nicaragua menos dependiente de sus ingresos por los plátanos. Al mismo tiempo amasó una considerable fortuna personal, poseía grandes extensiones de tierra y muchos negocios, exilió a la mayoría de sus oponentes políticos y se imaginó a sí mismo como un líder paternalista a cargo de un pueblo ignorante.
Mientras asistía a un banquete en León el 21 de septiembre de 1956, celebrando su nuevo nombramiento en la Convención Nacional Liberal, Somoza fue baleado por Rigoberto López Pérez. Murió el 29 de septiembre en Panamá y fue enterrado en Managua.