En su pueblo natal, cuando no escuchaba los partidos en la radio de transistores de su padre, los veía desde la vereda en un café que tenía televisión.
Desde pequeño lo apodaron
“el flaco”, puesto que su contextura física así lo demuestra.
Está casado con la novia que tiene desde los 15 años y es padre de 2 hijos, a los cuales su constante enseñanza es la de no acercarse a la delincuencia o las drogas.
En 1982 debutó como arquero titular en Talleres de Córdoba.
Allí adquirió experiencia y conocimiento de los campos de juego.
Su fuerte carácter y tendencia a la perfección le valieron la distinción de capitán del equipo hasta que se marchó del club en 1988.
Ese mismo año ingresó en el plantel de
River Plate, como gran favorito y titular indiscutido en cada uno de los partidos.
“El flaco” está incluído entre los
100 mejores jugadores de River Plate en toda la historia de la institución.
En esta etapa de su carrera consiguió el último Torneo Anual (1989) que se jugó en Argentina y posteriormente dos Aperturas en el ’91 y en el ’93.
En 1993 tuvo un momento crítico en su carrera.
Peleó de una manera muy fuerte con el director técnico de River Plate, en ese entonces, Daniel Pasarella, quien de inmediato decidió echarlo.
Por suerte para Comizzo, el América de Cali de Colombia compró su pase de inmediato y pudo continuar la temporada sin detenerse un segundo.
Desde 1994 y hasta 1996 formó parte de la selección de Banfield para posteriormente volver a México, primero al Club León y después al Morelia.
En el 2001, Comizzo regresó al fútbol argentino luego de una larga ausencia.
Su retorno a River Plate fue celebrado con una gran fiesta y los directivos lo nombraron como “hombre de la casa”.
Gracias a su experiencia y capacidad de dirección, tomó el papel de capitán del equipo llevándolo a ganar los torneos Clausura 2002 y 2003.
En el 2004 se retiró del fútbol de la mano del equipo Atlético de Rafaela, para el cual atajó solo por diversión.
Comizzo es un entusiasta de la pesca y hoy en día pasa su tiempo cocinando y entrenando arqueros de distintas instituciones.
Su sueño es regresar a River Plate como director técnico.