Anna Pavlova

La famosa bailarina de ballet rusa de inicios del siglo XX Anna Pavlova, nació el 12 de febrero de 1881 en la ciudad de San Petersburgo en medio de una familia campesina que no tenía muchos recursos.
Posiblemente Anna fue hija ilegítima y se especula que sus padres fueron de origen judío, por tal motivo a ella nunca le agradó mucho hacer comentarios acerca de su herencia paterna.

Desde muy pequeña demostró tener mucho talento para la danza, pero con solo 8 años fue rechazada de la Escuela Del Ballet Imperial por no cumplir la edad ideal. Dos años después, fue admitida y realizó estudios hasta cumplir los 16.
Figuras reconocidas como Christian Johansson, Eugenia Sokolova y Pavel Gerdt fueron sus maestros. Más adelante pudo bailar en el teatro Mariinski, y trabajó en sus primero años con Serguei Diaghiley antes de decidir fundar su propia compañía y hacerse conocida en el mundo entero.

A inicios de 1900, Anna pudo recorrer Europa con los ballets de Serguéi Diaghiley y con su propia compañía mostró sus actitudes coreográficas y sus grandes dotes como actriz. Desde un primer momento destacó en la interpretación de los ballets románticos y en 1919, en una gira que realizó en México se convirtió en una de las primeras bailarinas clásicas en bailar Jarabe Tapatío vestida como china poblana.

Debido a su figura delgada y delicada, Pavlova cambió para siempre el ideal de las bailarinas, ya que a fines del siglo XIX, estas mujeres eran de cuerpo poderoso, musculoso y compacto.
Su aspecto físico la hizo perfecta para realizar muchos personajes de papeles románticos como el de Giselle.
Pero su actuación más famosa fue la que realizó en la muerte del cisne, entre otras de sus mejores interpretaciones destacan El lago de los cisnes, Giselle, Las Sílfides y Coppélia.

Antes de cumplir los 50 años, Anna Pavlova enfermo de pleuresía. Días antes de su muerte, se encontraba de gira en los Países Bajos, su último deseo fue vestir su traje para la muerte del cisne y las palabras que mencionó fueron “Toca aquel último compás muy suavemente”.

Falleció el 23 de enero de 1931 en La Haya, fue cremada y los servicios fúnebres se realizaron en la Iglesia Ortodoxa Rusa de Londres, fue enterrada en el cementerio Golders Green de la misma ciudad.