Nacido el 14 de marzo de 1931 en La Habana, Antonio Benítez Rojo, fue un escritor de cuentos, novelista y ensayista cubano, uno de los escritores latinoamericanos más notables que surgieron en la segunda mitad del siglo XX. Su primer libro, la colección de cuentos cortos Tute de reyes, ganó el premio literario más importante de Cuba, el Premio Casa de las Américas en 1967, y en 1969 ganó el premio anual de cuentos de la Unión de Escritores con su volumen El escudo de hojas secas.
Benítez Rojo estudió economía y contabilidad en la Universidad de La Habana y no se involucró en la vida literaria hasta los 30 años. Pasó parte de su infancia en Panamá y Puerto Rico, y estudió durante un año en Washington, DC. Aprender inglés le permitió leer literatura estadounidense y británica en su idioma original.
Al comienzo de la revolución cubana,
Benítez Rojo trabajó en el Ministerio de Trabajo. Ganó un concurso oficial con el primer cuento que escribió y cambió a la burocracia cultural, donde ascendió al rango de director del Centro de Estudios del Caribe de la Casa de las Américas. Insatisfecho con el régimen de
Fidel Castro, abandonó Cuba en 1980. Viajó a los Estados Unidos y asumió el cargo de profesor de español en el Amherst College de Amherst, Massachusetts.
Su novela El mar de las lentejas (1979) se desarrolla en el Caribe durante el período colonial. Su galardonada colección de ensayos La isla que se repite: El Caribe y la perspectiva posmoderna (1989) se ha vuelto muy prestigiosa. La colección de historias El paso de los vientos (1999) contiene algunas piezas que se ambientan en la época colonial.
Las historias de
Benítez Rojo siguen dos temas principales: la historia del Caribe y la desintegración de la burguesía cubana después de la revolución. Las primeras tratan del surgimiento del Caribe a partir de los enfrentamientos entre los colonizadores blancos y sus esclavos negros que buscan la libertad. Las últimas exploran lo extraño a la manera de
Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga,
Jorge Luis Borges y Julio Cortázar.
Con mucho, la mejor historia de Benítez Rojo, y una de las mejores de América Latina, es "Estatuas Sepultadas", que narra el aislamiento de una familia anteriormente acomodada en una mansión cerrada, donde apenas pueden escuchar y deben intuir las transformaciones trascendentales que tienen lugar a su alrededor.
Benitez Rojo falleció el 5 de enero de 2005, Northampton, Massachusetts, EE. UU.