El poeta Antonio Martínez Sarrión nació el día 1 de febrero del año 1939 en la ciudad de Albacete, en España.
Cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, matriculándose posteriormente en la Universidad de Murcia, donde realizó la carrera de Derecho.
En el año 1963 se traslada a Madrid, y empieza a trabajar como funcionario. Sin embargo, Antonio tenía una gran vocación por la escritura, y en el año 1974 empieza a dirigir una revista de poesía, “
La Ilustración Poética Española e Hispanoamericana”, tarea que desempeña durante dos años.
En el año 1967 publica su primera obra poética, “
Teatro de operaciones”. Al año siguiente, empieza a darse a conocer cuando el crítico José María Castellet escribe el libro “
Nueve novísimos poetas españoles”, en el cual se recopilan obras de los que considera como los poetas más renovadores de la década de los 60.
Martínez Sarrión es uno de estos nueve poetas que aparecen en el libro, lo cual lo consagra. En el año 1970 publica otras obras poéticas, como “Pautas para conjurados”, a la que siguen otras obras como “
Ocho elegías con pie en versos antiguos”, “Canción triste para una parva de heterodoxos” o “El centro inaccesible”. Su poesía ha sido clasificada algunas veces como de surrealista.
Cabe destacar entre su obra una trilogía de sus memorias, tres obras que llevan los títulos de “
Infancia y corrupciones”, “
Una juventud” y “
Jazz y días de lluvia”, en las cuales hace un repaso por las diferentes etapas de su vida.
Ha traducido un gran número de obras de autores franceses, entre ellos Víctor Hugo y
Charles Baudelaire. La traducción de la obra de este último “
Las flores del mal” está considerada como una de las mejores de todas las que se han realizado. Sus traducciones le valieron el Premio Stendhal de Traducción del año 1990.
Antonio Martínez Sarrión es también un gran aficionado al séptimo arte, por lo que participó muchas veces en el programa de la pequeña pantalla “
Qué grande es el cine”, presentado por el director José María Garci.
Entre el resto de obras no mencionadas, sobresalen algunas como “La cera que arde”, “
Cercos y asedios”, “
Sueños que no compra el dinero”, “Avatares de un gallinero”, “
Horizonte desde la rada” o “Última fe”.