Arturo Fernández nació el día 21 de febrero del año 1929 en el municipio de Gijón, en el Principado de Asturias.
Antes de dedicarse a la interpretación fue boxeador, deporte en el que fue conocido como “El Tigre del Piles”. Sin embargo, su vocación era la interpretación, dejando el boxeo para dedicarse en pleno a ella.
Ha trabajado en televisióny en cine, pero es un actor que siempre se ha decantado más hacia el teatro. Normalmente ha participado en obras y películas del género de la comedia, y ha estado muy encasillado en el papel de galán mujeriego y caradura.
En el teatro le hemos podido ver encima del escenario en obras tales como “
La herencia”, “
La playa vacía”, “
La chica del asiento de atrás”, “
La segunda oportunidad”, “
Pato a la naranja” o “
Mejor en octubre”, por citar algunas, ya que su trabajo en este medio es muy prolífico.
En la televisión ha participado en un gran número de obras teatrales y series. En muchas de ellas ha participado puntualmente en capítulos concretos, como en “
Cuántame cómo pasó”, “
El comisario” u “
Hospital”. Ha colaborado también en series extranjeras, como “
Crossing Jordan”, “
Melrose Place”, “
La clave Da Vinci”, “
Luz de luna” o “
Un médico precoz”.
Ha sido protagonista de series que han obtenido un gran éxito de audiencia en la pequeña pantalla, como “
Truhanes”, en la que trabajaba con
Paco Rabal, o “
La casa de los líos”, que estuvo nada menos que cuatro años en pantalla, y donde interpretaba su típico rol de vividor, compartiendo protagonismo con actores como Lola Herrera o
Florinda Chico.
En lo que se refiere al cine, en 1951 participó en la película “
La Señora de Fátima”, a la que siguió, aunque al cabo de 4 años, “
Cuerda de presos”.
De la década de los 60 podemos destacar largometrajes como “Los cuervos”, “
No temas a la ley” o “
El relicario” y en la de los 70 “
Un lujo a su alcance” o “
Cuando los maridos iban a la guerra”. En la década de los 80 siguieron otros títulos igualmente comerciales, largometrajes de discutible calidad como “
El día que nací yo” o “
Aquí el que no corre vuela”, destacando por encima de ellas Crack II.