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Nació: | | Italia |
Signo del zodiaco: |
En el año 63 a.C nace en el seno de una familia de la orden ecuestre de Velletri, Octavio Augusto. El historiador, escritor y político italiano Cesare Cantù menciona en el tomo II de su libro “Historia Universal” que los historiadores romanos han señalado que Octavio era descendiente de una familia oriunda de Velletri, la cual, plebeya en un principio, se elevó después a la orden ecuestre.
Cayo Octavio, su padre, fue pretor de Macedonia y heredó un rico patrimonio porque el abuelo de Octavio había sido un importante banquero. A su vez, por parte de madre él, era sobrino de Julio César, el cual lo adoptó por su hijo y le dejó en herencia su nombre y su riqueza.
Julio César fue asesinado el 15 de marzo del año 44 a.C. En ese entonces, Octavio estaba con el ejército en Apolonia y trabó una intensa lucha contra Marco Antonio. En dicha instancia, contó con la ayuda de Cicerón y de los republicanos del Senado, que buscaban fraccionar a los cesaristas enfrentándoles entre sí. También lo apoyaron grandes financieros de la época, lo que le permitió armar un ejército propio.
La derrota de Marco Antonio no se hizo esperar, porque Octavio Augusto logró vencerlo en la batalla de Módena. Luego de este éxito en las armas, el joven Augusto logra conquistar otros privilegios, aunque también tuvo que soportar que fuera rechazada por el Senado su solicitud de ser nombrado cónsul, alegándose que era imposible complacerle con dicha exigencia porque era muy joven (solo tenía 20 años de edad). Tras este hecho se retira a Roma y sin combatir logra obtener el poder, porque increíblemente las fuerzas que se habían enviado contra él decidieron ayudarlo.
Entonces, desde el año 43 a.C. Octavio Augusto fue cónsul y consiguió además, que le autoricen potestades extraordinarias. En ese mismo año nace lo que se le llamó el Segundo Triunvirato, conciliado entre Marco Antonio, Octavio Augusto (antiguos enemigos) y Lépido. El Segundo Triunvirato logra ser legitimado y obtiene una vigencia de cinco años, a diferencia del Primer Triunvirato (entre Pompeyo, César y Craso), que jamás obtuvo el reconocimiento legal de sus acuerdos.
En el 42 a.C., Marco Antonio y Octavio Augusto inician su persecución contra los republicanos como Bruto y Casio, quienes se encontraban refugiados en Oriente. En tanto, Lépido permanecía en Roma.
En la batalla de Filipos en Macedonia, Marco Antonio vence a Casio y a Bruto, suicidándose ambos. Luego de estos sucesos, Marco Antonio se hizo atribuir las provincias orientales (Asia, Siria y Egipto) mientras Octavio Augusto regresaba a Roma.
En Egipto, Marco Antonio, conforma una alianza con la reina Cleopatra (antigua amante de Julio César), a la vez que mantiene una relación amorosa con ella, de la que nacen tres hijos, Alejandro Helios, Cleopatra Selene, y Ptolomeo Filadelfo.
En el año 41 a.C. se genera la Batalla de Perugia como consecuencia del reparto no equitativo de tierras. En dicha batalla, Agripa, magister militum de Octavio, derrota al cónsul Lucio Antonio, hermano de Marco Antonio.
Un año más tarde, gracias a la mediación de Mecenas, se produce la Conferencia de Brindisi, en la que establece un nuevo reparto de zonas de influencia entre los integrantes del Segundo Triunvirato. Bajo el poder de Octavio quedaron las provincias de Occidente, Marco Antonio permaneció con las provincias de Oriente, y África quedó en manos de Lépido. Además, se estableció que Italia estuviera bajo el dominio conjunto de los triunviros.
En el año 39 a.C. Sexto Pompeyo recibió Sicilia, Cerdeña, Córcega y Acaya, con el compromiso de mantener a Roma abastecida de granos. Sin embargo, los conflictos no se hicieron esperar porque en el año 36 a.C Octavio se enfrentó a Sexto Pompeyo, a quien derrotó en la Batalla de Nauloque (Sicilia).
El gobierno de Octavio Augusto se hizo popular en Occidente porque buscó, entre otras cosas, la promoción de la agricultura y de la integración de las provincias con Roma. Marco Antonio fue influenciado por Cleopatra, por segunda vez, con quien practicaba una política que poco tenía que ver con los intereses romanos.
Octavio, aprovechando este hecho, le declara la guerra a Cleopatra en el año 32 a.C.
En ese mismo año comienza lo que se le llamó la “Guerra Ptolemaica”.
Luego de la victoria naval de Actium en el año 31 a.C., Octavio logra entrar en Alejandría, donde Marco Antonio y Cleopatra se suicidaron.
Con la anexión de Egipto, Octavio Augusto pudo otorgarle a Roma el poder y el dominio necesario para controlar el Mediterráneo, y valiéndose de su autoridad, realizó una serie de transformaciones: convirtió el régimen político de la República romana en una especie de monarquía que adoptó los nombres de Principado o Imperio.
En un principio, se hizo renovar cada año el mandato como cónsul, al cual fue añadiendo nuevos títulos que reafirmaron su poder como el de Princeps Senatus, es decir, el primero de los senadores, en el año 28 a.C. el de Augustus, título religioso que mostraba su misión divina; posteriormente el de Imperator Proconsulare de Galia, Hispania y Siria, lo que le otorgaba el mando militar, y en el año 27 a.C; se le sumó el título de Tribuno Vitalicio, el cual le permitía tener poder de veto sobre las decisiones de los magistrados.
Fue nombrado Gran Pontífice en el 12 a.C., título que le daba el status de jefe religioso del Imperio; y a partir del año 2 a. C. le llamaron “padre de la patria”.
Octavio Augusto atizó un culto al emperador que le permitió entablar un vínculo nuevo y sólido entre los habitantes del Imperio. Como éste era cada vez más extenso, fue necesario que Octavio Augusto reformara las instituciones romanas, adaptándolas a las nuevas necesidades. Entonces, creó el Consejo del Príncipe, órgano de gobierno integrado por hombres de su confianza, por ejemplo, Agripa y Mecenas.
Luego, fraccionó las provincias en Senatoriales, las cuales eran confiadas a un gobernador sin mando militar nombrado por el Senado, e Imperiales, estas últimas, gobernadas por un enviado del emperador.
Renovó, además, la fiscalidad, sometiéndola a su gestión directa y haciéndola menos burocrática. Aseguró los límites del Imperio frente a los partos y a los germanos; y continuó la expansión en la zona del Danubio y el mar Negro.
Como Octavio Augusto no tuvo hijos varones de sus tres matrimonios; terminó por asociar al poder desde el año 13 d.C. a uno de sus yernos: Tiberio, quien le sucedería sin mayores dificultades luego de su muerte.
El 19 de agosto del 14 d.C. muere Octavio Augusto en Nola, cuando regresaba de Beneventum acompañado de Tiberio. Desde Nola hasta Boville tuvo lugar la espléndida procesión fúnebre que representó el último adiós del Imperio romano al poderoso Octavio Augusto.