Baccio Bandinelli, pseudónimo de
Bartolomeo Brandini, fue un escultor, arquitectro y pintor italiano nacido en Florencia el 17 de octubre 1488 y fallecido en la misma ciudad el 7 de febrero de 1560.
Hijo de Miguel Ángel Brandini, un famoso orfebre florentino, Bandinelli fue enviado a estudiar dibujo y pintura, pero descubrió su talento en la escultura, dedicándose posteriormente sólo a este arte.
Fue alumno de Giovan Francesco Rustici, pero fue Miguel Ángel Buonarroti, quien lo influenció en forma decisiva, convirtiéndolo en su imitador y rival. El pintor y arquitecto Giorgio Vasari relata que la devoción hacia Buonarroti era rayana con la envidia, a tal punto que relata un episodio con los bocetos de la Batalla de Cascina, un fresco que Miguel Ángel debía llevar a cabo en el Palazzo Vecchio, pero que nunca fue concretado. Estos bocetos estaban expuestos en el Palazzo Medici y muchos jóvenes artistas concurrían al lugar para estudiarlos y copiarlos. Baccio que sentía devoción por estos bocetos, llegó a conseguir la llave de la habitación donde se guardaban pero, al no poder igualar la fuerza expresiva de Miguel Ángel, los robó y los cortó en pedazos, destruyéndolos luego en un ataque de ira, durante los disturbios que siguieron al regreso de los Medici en 1512.
Desde 1518 vivió en la ciudad de Loreto donde hizo gran parte del panel de la escultura del Nacimiento de la Virgen, del revestimiento marmóreo de la Santa Casa de Loreto.
Trabajó en Génova, donde se le encargó la estatua -inconclusa- de Andrea Doria, y cuyo boceto permaneció en Carrara, donde fue utilizado para adornar la Fuente del Gigante de la Piazza del Duomo. En Roma realizó el modelo de San Miguel que se colocó en la parte superior del Castel Sant'Angelo.
En 1530 Carlos V le ofreció el título de caballero de Santiago. Para proporcionar una prueba de nobleza (que no poseía), encargó al letrado A.F. Doni que le consiguiera un certificado de la familia Bandinelli de Siena donde se atestiguara que pertenencía a dicha familia. Fue en esa época cuando cambió su apellido, episodio que le valió varias sátiras.
Las principales obras donde la emulación a Miguel Ángel es más marcada (Hércules y Caco de Piazza della Signoria (1534); Adan y Eva, que hoy se encuentra en el Museo nacional del Bargello; Cristo muerto apoyado por Nicodemo en la Basilica della Santissima Annunziata) se caracterizan por una gigantismo enfático pero estructuralmente débil. Otras esculturas más autónomas, como los relieves del coro de Santa Maria del Fiore, considerados su obra maestra; y sus dibujos, muchos de los cuales influyeron en los más famosos artistas de la época; se destacan por su refinado virtuosismo.
Benvenuto Cellini fue su acérrimo enemigo, tanto en lo personal como en el plano artístico. Entre los dos a menudo volaban insultos feroces: Bandinelli, en un ataque de ira le reprochó en el Palazzo Vecchio, frente al Gran Duque Cosimo I, sus actitudes homosexuales; mientras que Cellini en su autobiografía realizó una serie de críticas a su Hércules y Caco, comparándolo, entre otras cosas, a "un saco de melones apoyado contra una pared". Cuando Baccio esculpió un busto de Cosimo I (1540), poco después Cellini se hizo asignar la misma tarea, realizando un magnífico busto de bronce. Ambas obras se encuentran hoy en el Museo nacional del Bargello (Florencia).
En los últimos años el favor del duque hacia Bandinelli declinó, y su autoridad fue puesta constantemente en peligro por la presencia de artistas más jóvenes. Bandinelli murió en Florencia en febrero de 1560; de acuerdo con Vasari, su muerte fue acelerada por sus trabajos en la capilla familiar de la iglesia de la Anunciación.
En 1552 había comenzado a escribir sus memorias cuyo principal interés es la representación que da de sí mismo más como hombre, con todas sus ambiciones sociales, que como artista. En ella habla de sus escritos teóricos que, sin embargo, se han perdido.