Balduino III de Jerusalén fue el hijo primogénito de Fulco, conde de Anjou y de Melisenda, hija del rey Balduino II; tenía 13 años cuando el 10 de noviembre de 1143, sucedió a su padre, aunque el gobierno del estado quedó por largo tiempo en manos de la reina Melisenda, asistida por el Alto Constable Manasés.
Los inicios del nuevo reinado se vieron empañados por la caída del bastión norte, Edesa, asediada y tomada en noviembre de 1144, tal vez por traición, en la víspera de Navidad, por 'Imad ad-Din Zenki. En 1144, con apenas quince años, el joven Balduino participó en una expedición al Mar Muerto.
En 1147, capitaneaba las fuerzas enviadas a ocupar Bosra, ofrecida por su gobernador, el armenio Tuntash, pero un retraso en la decisión, tuvo como consecuencia que llegados después de arduo viaje a Bosra, los cristianos encontraran la ciudad ya ocupada por Nur al Din y sus fuerzas Damascenas.
El ejército latino escapó a duras penas a una terrible derrota y el rey, a quien se creía muerto, fue recibido con júbilo en Jerusalén. Mientras tanto, la emoción de la caída de Edesa indujo Europa a preparar una nueva cruzada. En abril de 1148, Balduino recibió solemnemente a los príncipes cruzados: Louis VII, rey de Francia y el emperador alemán, Conrad III. Los tres monarcas, después de haber examinado la situación del reino, coincidieron en que la recuperación de Edesa era difícil y de poca utilidad; era preferible atacar Damasco, la capital real de Siria. Así que el ejército marchó a Damasco y la atacó el 23 de julio de 1148. Pero el día 27, los tres reyes decidieron retirarse. Oscuras son las razones de esta decisión: quizás había desacuerdo entre los principales latinos sobre la asignación de la ciudad, o tal vez los occidentales se vieron decepcionados en sus esperanzas de una rápida conquista. Por supuesto, la responsabilidad de la estrepitosa derrota fue sorteada entre los cruzados y los barones de Siria. Indignado, el emperador regresó sin más hacia Europa, y el rey de Francia volvió a su patria en la primavera de 1149.
Recomenzaron entonces los ataques sistemáticos de Nur al Din: los principales príncipes de Siria, Bertrand conde de Trípoli, Bertrand y Alfonso Giordano de Tolosa, Raimundo de Poitiers, Josselyn II de Courtenay, divididos entre ellos, cayeron, una tras otro, muertos en batallan o prisioneros en manos del enemigo. Es así que Bladuino se pudo de acuerdo con Manuel de Bizancio, que cedió los pocos territorios todavía ocupados por los latinos sobre el Éufrates, a Tell Bashir. De esta manera conseguía impedir por el momento, que Nur al Din, ocupase Damasco e imponía una apariencia de superioridad a los gobernadores turcos de Damasco, deseoso de preservar su autonomía.
También en la frontera sur consiguió éxitos. Luego de haber construido en 1150, un fuerte en Gaza, para la defensa de la frontera sur, decidió ocupar permanentemente Ascalon y después de ocho meses de asedio, tomó posesión de la ciudad el 19 de agosto 1153.
Pero las fuerzas del reino se habían debilitado durante esos años, debido al grave conflicto surgido entre el joven rey, deseoso de gobernar por sí solo, y su madre Melisenda, que se consideraba la verdadera señora del reino, por herencia paterna.
En la Pascua de 1152, Balduino fue nuevamente coronado. El disenso, por el momento, fue restaurado, con la división del estado en dos partes, Jerusalén y Nablusa para la reina, y Tiro y Acre para el rey. Pero allí no terminó todo ya que el rey ocupó con las armas Nablusa, hechó a su gobernante Manasés que estaba del lado de la madre y asedió la torre de David, hasta que se está cedió y renunció a sus derechos.
Luego, en 1154, repentinamente Damasco fue ocupada por Nur al Din y con la Siria musulmana unificada, el rey intuyó un peligro más grave. Por tierra y por mar, se sucedieron ataques y amenazas. En 1156 Balduino acordó la paz, cediendo territorios; pero recomenzó la guerra en 1157, pero fue derrotado.
Cuando Nur al Din cayó enfermo, Balduino recuperó Harim (23 de diciembre 1157), pero no pudo con el asedio de Shaizar. Sin embargo, en 1158, recomenzó los ataques, venciendo a los egipcios y a Nur al Din, en el lago Tiberíades. Necesitado de ayuda, el rey trató de entenderse con el emperador bizantino Manuel I y en 1158 se casó con su sobrina Teodora. Hubo una conferencia en Antioquía, en la que el rey reconoció la soberanía del emperador, tanto sobre el principado de Antioquía como sobre el reino.
Una expedición acordado entre Manuel I y Balduino sobre Aleppo fracasó, porque Nūr al Din también acordó un pacto con Manuel I en el que los intereses de los latinos eran sacrificados.
En 1159, al caer Reinaldo de Châtillon, príncipe de Antioquía, prisionero de Nur al Din, Balduino corrió a Antioquía para salvar la ciudad; pero, al caer enfermo, fue a Jerusalén, donde en el ínterin había muerto la reina Melisenda (11 de septiembre 1161).
Balduino murió poco despupes en Beirut, el 10 de febrero 1162, a los 33 años. Fue enterrado en Jerusalén, en el Santo Sepulcro. Su muerte fue llorada por todos, y el mismo Nūr al Din elogió a su incansable adversario, a quien llamó "el primer príncipe del mundo".