Benigno Simeon Cojuangco Aquino III, también llamado
Noynoy, nació el 8 de febrero de 1960 en Manila, Filipinas, era el hijo de Corazón Aquino, quien se desempeñó como presidente de Filipinas (1986–92), y del líder político
Benigno Aquino, ellos mismos hijos de familias con conexiones políticas.
El padre de
Benigno, una figura de oposición al presidente
Ferdinand Marcos, fue encarcelado cuando él era un niño, fue liberado y se le permitió ir a los Estados Unidos en 1980. Al año siguiente, el joven
Benigno, después de graduarse de la Universidad Ateneo de Manila con una licenciatura en economía, siguió a su familia a Boston. Su padre regresó a Filipinas en 1983 con la intención de desafiar a Marcos por la presidencia, pero fue asesinado inmediatamente después de su llegada. No obstante, la familia regresó al país poco después, y allí el joven
Aquino trabajó para empresas como Philippine Business for Social Progress y Nike Philippines.
Se convirtió en vicepresidente de la empresa de su familia, Best Security Agency Corporation, en 1986, el mismo año en que su madre fue nombrada presidenta de Filipinas luego de que su partido de oposición acusara exitosamente al presidente Marcos, de cargos de fraude. Aquino dejó la compañía en 1993 para trabajar en otra empresa familiar, una refinería de azúcar. Finalmente, en 1998, se dedicó a la política como miembro del Partido Liberal, sirviendo el máximo constitucional de tres mandatos consecutivos como representante del distrito 2 de la provincia de Tarlac. Durante este tiempo también se desempeñó como vicepresidente de la Cámara de Representantes (2004-2006), pero renunció al cargo antes de unirse a otros líderes del Partido Liberal para pedir la renuncia del Presidente Gloria Macapagal Arroyo (2001–10), quien fue acusada de tratos corruptos, incluido el fraude en las elecciones presidenciales de 2004.
A partir de 2006, se desempeñó como vicepresidente del Partido Liberal, y en 2007, al final de su último mandato en la Cámara de Representantes, realizó una exitosa elección para obtener un escaño en el Senado.
En septiembre de 2009, Aquino anunció su candidatura a la carrera presidencial de 2010. Su madre, para muchos un símbolo del gobierno democrático en Filipinas, había fallecido el mes anterior, un evento que aumentó su perfil y sirvió de catalizador para su búsqueda de un cargo más alto. Aunque sus opositores a la presidencia incluían políticos tan experimentados como Joseph Estrada, quien anteriormente había servido como presidente de Filipinas (1998-2001), Aquino fue considerado favorito desde el momento en que ingresó en la carrera. En las elecciones celebradas el 10 de mayo, Aquino ganó la presidencia por un amplio margen.
El principal logro interno de su presidencia fue la conclusión de un acuerdo de paz con el Frente Moro de Liberación Islámica (MILF) en octubre de 2012. El acuerdo prometía una importante cantidad de autonomía a una región de mayoría musulmana del sur de Mindinao y aparentemente concluyó cuatro décadas de sangrientos conflictos. El crecimiento económico en Filipinas fue fuerte durante su administración, pero el desempleo siguió siendo alto y los políticos de la oposición argumentaron que estas mejoras beneficiaron principalmente a la élite del país. Aquino también enfrentó críticas por la lenta respuesta de su gobierno al Súper Tifón Haiyan, que mató a unas 8.000 personas y desplazando a más de 800.000, cuando alcanzó Filipinas en noviembre de 2013.
El tema más significativo de la política exterior de Aquino, fue la postura cada vez más asertiva de China, en el mar de china meridional. Filipinas solicitó una sentencia de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya para aclarar la propiedad de un arrecife que era reclamado por China a pesar de que se encontraba dentro de las aguas territoriales de Filipinas. Aunque el tribunal dictaminó posteriormente que China no tenía derecho a reclamar el arrecife y que las acciones de China habían constituido una violación de la soberanía de Filipinas, China rechazó la decisión.
Limitado a un solo término de seis años,
Aquino apoyó a Manuel ("Mar") Roxas para sucederlo en 2016. Roxas, el nieto del Presidente Manuel Roxas, representaba al establishment político principal, en un momento en que los votantes estaban claramente frustrados con el status quo, y terminó en un distante segundo puesto del populista
Rodrigo Duterte. Duterte sucedió a
Aquino como presidente el 30 de junio de 2016.