Carine Roitfeld

A la edad de dieciocho años, Carine comenzó a trabajar como modelo, después de ser descubierta en una calle de París por un fotógrafo británico. La experiencia  le abrió las puertas al mundo de la moda y, siendo todavía adolescente, fue contratada como estilista y escritora de la revista Elle, embarcándose en una carrera que la llevó a asumir el cargo de editor en jefe de la revista Vogue de Francia en 2001, cargo que mantendría durante una década.

Fue en 1990 durante una sesión de fotos de niños para la revista italiana Vogue Bambini, en la que participaba su hija Julia, que Roitfeld conoció a un joven artista con quien forjaría una unión influyente: el fotógrafo Mario Testino. Ambos comenzaron una colaboración que continuaría hasta el meteórico ascenso de las carreras de ambos en la que crearían algunos de los más revolucionarios editoriales de moda tanto en Vogue con en Vogue Francia. 

Tan importante como la obra de Roitfeld con Testino fue la entrada  a su vida, del diseñador Tom Ford a mediados de los años noventa. Tras rechazar inicialmente la petición de Ford para trabajar con él en la reactivación de la marca Gucci, Roitfeld y Testino finalmente asumieron el reto. La aguda visión estilista de Carine fue clave en el éxito del nuevo look de la marca Gucci. Roitfeld y Ford colaboraron ​​durante seis años, tanto en Gucci como en Yves Saint-Laurent. Cuando Ford dejó Gucci en 2004, Roitfeld fue reclutada por Missoni, marca que fue igualmente revitalizada -aunque en una escala menor- gracias a su gestión. 

A pesar de que saber que el manejo de personal no era su fuerte, cuando el presidente de Condé Nast Internacional, Jonathan Newhouse, le pidió hacerse cargo de la dirección de la edición francesa de Vogue en 2001, Roitfeld aceptó. Carine puso su propio sello en la revista con portadas polémicas y una apertura a la experimentación que, por ejemplo, puso a la joven directora de cine Sofia Coppola a cargo de la edición de diciembre 2004-enero 2005. A pesar del hecho de que ella no es, como ella misma admite, una buena empresaria, los ingreso por publicidad aumentaron casi un 10 por ciento y la circulación un 27 por ciento en el transcurso de su gestión.

El 17 de diciembre de 2010, después de diez años en Vogue,  Roitfeld sorprendió a la comunidad de la moda con el anuncio de su dimisión, tras la polémica derivada por la sesión de fotos para la revista Vogue Francia, protagonizada por niñas en poses consideradas demasiado provocativas. Las especulaciones de que había sido despedida, fueron desmentidas por tanto por Roitfeld como por el  presidente de Condé Nast Internacional, Jonathan Newhouse. Su puesto fue ocupado por Emmanuelle Alt, quien se había desempeñado como director de moda bajo Roitfeld. 

Desde su partida, Roitfeld ha trabajado en una serie de diversos proyectos, desde una campaña de publicidad para el departamento de productos de lujo de los grandes almacenes Barneys de Nueva York, llamada "El mundo de Carine", hasta la revisión del libro, "Irreverente" (Rizzoli), con sus imágenes favoritas de las sesiones de moda en que había trabajados, hasta fotos de ella misma durante su tiempo de inactividad.

A finales de 2011, se confirmaron los rumores de que Carine estaba trabajando en el lanzamiento de su propia revista. En septiembre de 2012, finalmente se lanzó el primer número. El nombre de la revista semestral, "CR Fashion Book" alude a la abreviatura con la que firmó por años los editoriales de Vogue París (CR). 


En su vida personal, Carine y su pareja de más de 30 años (nunca contrajeron matrimonio) Christian Restoin (creador de la línea de indumentaria Equipment), tienen dos hijos: Julia, nacida en 1980, graduada en la Escuela de Diseño Parsons de New York, actualmente la cara del perfume Black Orchid de Tom Ford; y Vladimir, nacido en 1984 y graduado de la Escuela de Arte Cinematográfico dela Universidad Southern California. Ambos nacieron la Paris.