Carlos Salinas de Gortari, nacido el 3 de abril de 1948 en Ciudad de México, es un economista y político que fue presidente de México de 1988 a 1994.
Hijo de un senador mexicano, Salinas, se unió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) a los 18 años y estudió economía en la Universidad Nacional Autónoma de México y en la Universidad de Harvard, obteniendo un Ph.D. en 1978. Desde 1971 en adelante, ocupó cargos en los asuntos económicos más importantes del gobierno, apoyado por Miguel de la Madrid, quien había sido uno de sus profesores en la Universidad Nacional Autónoma. Cuando Madrid se convirtió en presidente de México en 1982, nombró a Salinas ministro de Planificación y Presupuesto, un cargo que mantuvo hasta que Madrid lo nombró en 1987 como su sucesor a candidato presidencial del PRI, en 1988.
Ningún candidato del PRI a la presidencia había obtenido menos del 70 por ciento del voto popular en 60 años. Sin embargo, en las elecciones de julio de 1988, Salinas ganó por un 50,4 por ciento de los votos, según los recuentos oficiales; los partidos de la oposición sostuvieron que la participación total de Salinas en la votación habría sido aún menor si el PRI no hubiera recurrido al fraude electoral.
Como presidente, Salinas continuó el programa de Madrid de reducción económica y privatización. Vendió cientos de corporaciones estatales ineficientes a inversores privados y gastó parte de los ingresos en infraestructura y servicios sociales. También tomó medidas para abrir la protegida economía mexicana a la inversión extranjera y a la competencia extranjera. En 1991–92, su gobierno negoció conjuntamente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que redujo los aranceles entre México, Estados Unidos y Canadá, cuando entró en vigencia en 1994. El TLCAN fue recibido con protestas de algunos mexicanos, en particular zapatistas, quienes protagonizaron un levantamiento en el estado de Chiapas que fue rápidamente suprimido.
La permanencia de Salinas también se vio empañada por las revelaciones de escándalos y asesinatos de políticos de alto rango. Poco después de dejar el cargo en noviembre de 1994, su hermano Raúl Salinas de Gortari fue arrestado y acusado de complicidad en uno de los asesinatos. Además, la economía del país colapsó en diciembre y Carlos fue parcialmente culpado. Posteriormente, entró en un exilio autoimpuesto durante unos cinco años, antes de regresar a México. Durante este tiempo, Raúl fue declarado culpable, y los problemas familiares continuaron mientras que otro hermano, Enrique, fue asesinado en 2004. Al año siguiente, la sentencia de Raúl fue anulada y en 2008 fue absuelto de los cargos de "enriquecimiento injusto". A pesar de esas dificultades, Carlos continuó siendo muy influyente en la política de México.