; sólo se sabe que el futuro poeta y dramaturgo nació en Ospringe, un pueblo cerca de Canterbury, Kent (Inglaterra) en febrero de 1564; y el 26 del mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Jorge Mártir de Canterbury. Hijo de John Marlowe, un acaudalado zapatero, y Katherine Arthur;
fue el segundo de los nueve hijos de la pareja.
Después de sus primeros estudios en Canterbury, se convirtió en bacario en Cambridge, en el año 1581, graduándose en 1587. De este período son sus primeros contactos con los servicios secretos del Estado y con el círculo de
Ateo, un burlador de la religión, admirador de nicolás Maquiavelo, en sus años universitarios
Marlowe, con las traducciones de los "
Amores" de Ovidio y la "
Farsalia" de Lucano, desarrolló una habilidad métrica que lo convertiría en maestro del llamado "
blank verse" (verso blanco); (un sistema yámbico con cinco acentos), llevando este sistema a una forma que sería también adoptada por
William Shakespeare. Tal vez de este mismo período sea su primera obra dramática,
"La tragedia de Dido reina de Cartago" (1586) que expresa un clasicismo todavía académico.
Alcanzó un éxito temprano con "
Tamburlaine el Grande", reelaboración fantástica y trágica de las empresas del legendario conquistador mongol Timur (Tamerlanus), compuesta en dos partes (1587 y 1588). Después de "
Tamerlán" publicó "
La trágica historia del doctor Fausto" (1588 o 1592): inspirada en la alemana "Historia von Johann Fausten, 1587) y, entrando en el repertorio del teatro títeres, llegó hasta
Goethe.
Otras obras de Marlowe son también "El judio de Malta" (1589), "La masacre de París" (1591-1592) y "Eduardo II" (alrededor de 1592). Su último trabajo fue el poema "Hero y Leandro" (1593) inspirado en el Museo griego.
Christopher Marlowe murió el 30 de mayo 1593 a los 29 años, asesinado en una taberna en Depford (Londres) durante una reyerta por el pago de la factura.
Marlowe fue uno de los más grandes dramaturgos isabelinos, en cierto modo precursor de
Lord Byron, Shelley y el romanticismo. Fue también fue un personaje disoluto, sobre quien pesaban cargos de cooperación con la inteligencia británica, libertinaje y homosexualidad.
En sus obras se refleja el resultado de esa vida tan misteriosa y extrema: sus personajes sufren de un deseo malsano por el poder (como en el gran Tamerlán I y II), una sensualidad desenfrenada (Edward II) y una sed infinita de poder (Fausto).