Corazón Aquino

Al regresar a Filipinas, se matriculó en la escuela de leyes en Manila, donde conoció a Benigno Aquino, Jr., un joven y ambicioso periodista que también provenía de una familia de una considerable riqueza. La pareja se casó en 1954 e tuvieron cinco hijos: un varón y cuatro mujeres.

Benigno pronto abandonó la carrera den periodismo por la política. Con Corazón a su lado, rápidamente se estableció como uno de los líderes jóvenes más brillantes del país. En el transcurso de solo dos décadas, fue elegido alcalde, luego gobernador y, finalmente, senador. En el camino, desafió el gobierno del presidente del país, Ferdinand Marcos.

Elegido para la presidencia en 1965, la administración de Marcos se vio afectada por la corrupción, las violaciones de los derechos humanos y la represión política. En 1972 Marcos declaró la ley marcial, despojando efectivamente a sus ciudadanos de sus derechos democráticos y arrestando a líderes clave de la oposición, incluido Benigno Aquino, quien pasó siete años en la cárcel antes de que se le permitiera trasladarse con su familia a los Estados Unidos, en 1980.

Corazón Aquino estuvo al lado de su esposo, desempeñando el papel de la esposa solidaria. Durante su tiempo en prisión, Aquino sirvió como puente entre Benigno y el mundo exterior, manteniendo vivo su perfil y pasando sus notas a la prensa.

Después de tres años en el exilio, Benigno Aquino regresó a Filipinas el 21 de agosto de 1983, cuando dos soldados lo mataron poco después de llegar. Se supuso que Marcos estaba detrás del asesinato, lo que desencadenó una ola de protestas contra su administración. La oposición se unió alrededor de Corazón Aquino. Mientras trataba con dignidad la muerte de su esposo, su viuda se convirtió en un símbolo nacional de reforma.

Con la presión internacional sobre su administración, Marcos inesperadamente convocó elecciones presidenciales en febrero de 1986. La oposición a Marcos eligió a Aquino como su candidata. Cuando ella perdió por poco las elecciones, Aquino y sus partidarios desafiaron los resultados. Rápidamente, la fortuna de Marco comenzó a cambiar. El ejército, y luego el ministro de Defensa declararon su apoyo a Aquino, lo que llevó a Marcos a buscar el exilio en Hawai. Aquino tomó posesión de su cargo el 25 de febrero de 1986, convirtiéndose en la primera mujer presidenta de Filipinas. Ese mismo año, fue nombrada Mujer del año por la revista TIME.

Durante sus seis años como presidenta del país, Aquino evitó los intentos golpistas de los partidarios de Marcos y luchó para enfrentar los problemas económicos de su país. En 1992 dejó su cargo y fue sucedida por su ex secretario de Defensa, Fidel Ramos.

Aquino no se retiró silenciosamente de la política. En cambio, dirigió un grupo de expertos sobre no violencia y periódicamente ayudó a liderar protestas callejeras contra las políticas respaldadas por sus sucesores.

En 2008, se enteró de que tenía cáncer de colon. Falleció el 1 de agosto de 2009.