Demócrito de Abdera

Demócrito nació probablemente en el año 460 aC y falleció alrededor del 370 a.C. se dice que con más de 100 años. Según la tradición  viajó mucho por Egipto y el resto del mundo mediterráneo. Regresó a Abdera donde fue maestro y estudioso. De sus numerosos escritos sobre ética, matemáticas, literatura y música, sólo se conservan unos trescientos fragmentos. 

Discípulo de Leucipo, desarrolló rigurosamente la concepción atomista de su maestro, dejando sin embargo de lado, su empirismo físico, en busca de una explicación metafísica de la realidad. De esta manera, el momento "eleático" reaparece en su teoría del conocimiento reforzado por la estricta distinción entre el conocimiento sensible y el conocimiento intelectual, y sólo a este último se le reconoce el carácter de certeza: las cualidades sensibles son convencionales, el conocimiento de la verdad a través del trabajo científico de la razón, surge en cambio, como la una necesidad de una mayor vida contemplativa, con la que, una moral racional y equilibrada debería coincidir también con la vida práctica.

Desde este punto de vista, la concepción atomista de Demócrito no puede considerarse una mera reconciliación mecánica del monismo eleático con el pluralismo, sino que debe ser vista como una superación de la metafísica de Parménides, sobre la base de una nueva metafísica que hace del "no-ser" el tejido del "ser". Es difícil decir, sobre todo por la falta de documentos, si el atomismo de Demócrito era determinista o casualistico: la mayoría de los eruditos tienden a esta última interpretación. 

Desde el punto de vista físico es particularmente interesante la concepción atomista, es decir, discontinua en el sujeto; el átomo de Demócrito es considerado como la unidad básica del ser, físicamente indivisible, así como inmutable y eterno: la formación de los cuerpos, y sobre todo la de los llamados elementos (fuego, aire, agua, tierra), es explicada por Demócito en términos estrictamente mecanicista como resultado del movimiento de remolino constante y eterno de los átomos que determinan las cualidades geométricas, la agrupación de partidas similares.

En contraste con la filosofía dominante en la Edad Media, las doctrinas de Demócrito y Epicúreo comenzaron a regresar en honor al inicio de la Edad Moderna, y sobre todo con el aporte de Bacon y Galileo, contribuyeron al desarrollo de la nueva filosofía natural.