Domenico Cimarosa, quien nació el 17 de diciembre de 1749, en Aversa, Reino de Nápoles, fue uno de los principales compositores italianos de óperas cómicas.
Cimarosa nació en una familia pobre, y sus padres, ansiosos de darle una buena educación, se mudaron a Nápoles, donde lo enviaron a una escuela gratuita. A partir de 1761 estudió durante 11 años en el conservatorio de Sta. Maria di Loreto.
Comenzó su carrera con la ópera cómica Le Stravaganze del conte, que estrenó en el Teatro de' Fiorentini en Nápoles, en 1772. Su éxito fue seguido por el de L'Italiana in Londra (Roma, 1778), una obra que aún se interpreta en Italia. De 1784 a 1787 vivió en varias ciudades italianas, componiendo óperas serias y cómicas que se produjeron en Roma, Nápoles, Florencia, Vicenza, Milán y Turín.
En 1787, por invitación de Catalina II, fue a San Petersburgo como músico de la corte, en sustitución de Giovanni Paisiello. Produjo dos óperas en San Petersburgo en 1788 y 1789 y en 1791 se trasladó a Viena por invitación de Leopoldo II. Allí, en el Burgtheater el 7 de febrero de 1792, produjo su obra maestra, Il matrimonio segreto (El matrimonio secreto), uno de los mayores logros en la ópera cómica y el principal trabajo sobre el que se basa su reputación. En 1793 regresó a Italia, donde Il matrimonio segreto y muchos otros de sus trabajos fueron recibidos con entusiasmo. Las nuevas obras de este período incluyen Le astuzie femminili (Nápoles, 1794) y su obra maestra trágica, Gli orazi e i curiazi (Venecia, 1796).
Cimarosa vivió principalmente en Nápoles, y durante su ocupación por las tropas republicanas francesas en 1799, mostró abiertamente sus simpatías republicanas, por lo que al regreso de los Borbones fue encarcelado. Después de ser liberado, dejó Nápoles con problemas de salud. Su muerte, el 11 de enero de 1801, por un desorden intestinal provocó el rumor de que había sido envenenado por sus enemigos; una investigación formal probó que el cargo era infundado.
Cimarosa fue un compositor prolífico cuya música abunda en una melodía fresca y que nunca falla. Sus numerosas óperas son notables por sus acertadas caracterizaciones y abundante vida cómica. Escribió muchas obras corales, incluida la cantata Il maestro di cappella, una sátira popular sobre los métodos de ensayo operístico de la época. Entre sus obras instrumentales, que, como sus óperas, han sido revividas con éxito, hay muchas sonatas de clavicémbalo y un concierto para dos flautas.