E. F. Schumacher

Schumacher dejó la escuela y la universidad en una búsqueda de por vida de respuestas a los enigmas de la existencia. Aunque su educación le había dado "mapas de la vida y el conocimiento", escribió, nada de lo que le habían enseñado parecía tener alguna relevancia o "importancia para la conducta de mi vida". Ya estaba anticipando un compromiso con los desafíos del siglo XX. "Tengo un ansia inquieta en mí que no se puede cumplir", le escribió a su hermana. "Con suerte, en el futuro, pero aún no".

Quizás el presente era demasiado problemático. Como becario alemán de Rhodes a principios de la década de 1930, E. F. Schumacher estudió en la Universidad de Oxford y en la Universidad de Columbia. A su regreso a Berlín, como muchos jóvenes patriotas de su generación, tuvo que navegar el ascenso de Hitler y el nacionalsocialismo hasta que el conflicto interno se volvió intolerable. Huyó a Inglaterra antes de la Segunda Guerra Mundial para evitar vivir bajo el nazismo. Aunque fue internado como enemigo extranjero durante la guerra, sus extraordinarias habilidades fueron reconocidas, y pudo ayudar al gobierno británico con su movilización económica y financiera.

En 1936 se casó con Anna Maria ("Muschi") Petersen, y se mudó a Inglaterra. Muschi era una esposa leal y sufrida cuya buena naturaleza complementaba perfectamente la serenidad más cerebral de Schumacher. Ella se dedicó a criar cuatro hijos mientras su joven esposo se embarcaba en su búsqueda de respuestas.

Durante la Segunda Guerra Mundial, ayudó a desarrollar teorías detrás de las políticas de pleno empleo y, bajo la dirección de William Henry Beveridge, el principal asesor económico del gobierno, trabajó en planes para el estado de bienestar de Gran Bretaña en la posguerra.

Después de la guerra, Schumacher trabajó como asesor económico de la Comisión de Control Británica encargada de reconstruir la economía alemana. De 1950 a 1970 fue asesor económico principal de la British Coal Board, una de las organizaciones más grandes del mundo, con 800,000 empleados. La planificación previsora de Schumacher (predijo el aumento de la OPEP y los problemas de la energía nuclear) ayudó a Gran Bretaña en su recuperación económica.

En 1955, viajó a Birmania (ahora Myanmar) como consultor económico. Mientras estuvo allí, desarrolló los principios de lo que llamó "economía budista", basándose en la creencia de que el buen trabajo era esencial para el desarrollo humano adecuado y que "la producción a partir de recursos locales para las necesidades locales es la forma más racional de la vida económica". Schumacher también adquirió ideas que lo llevaron a convertirse en un pionero de lo que ahora se llama "tecnología apropiada": tecnología amigable para la Tierra y para el usuario, adaptada a la escala de la vida comunitaria.

Posteriormente, Schumacher se convirtió en un destacado escritor. Su exitoso libro Small Is Beautiful: Economics As If People Mattered (1973, re-publicado por Hartley & Marks en 1999), argumentó que el capitalismo trajo niveles de vida más altos a costa del deterioro de la cultura. Su creencia de que los recursos naturales deberían conservarse lo llevó a concluir que la grandeza, en particular, las grandes industrias y las grandes ciudades, llevaría al agotamiento de esos recursos. 

Small Is Beautiful ha influenciado a muchos lectores a reexaminar las elecciones sociales y personales con respecto a las demandas persistentes de la vida moderna. Sus otros dos libros son Buen trabajo y Una guía para perplejos.