Eduardo IV

Eduardo IV nace en Rouen el 18 de abril de 1442. Hijo del Duque de York, Richard Plantagenet, y Cecilia Neville, siendo el mayor de cuatro hermanos. Tras morir su padre Eduardo se erige como el nuevo Duque de York y junto a su primo el Conde de Warwick, se proclaman vencedores en numerosas batallas contra la casa de Lancaster. Con solo 19 años, Eduardo se nombra rey en la toma de Londres junto a su primo en 1461.

En la actualidad existe el misterio de la legitimidad de esta celebridad histórica. Ciertas opiniones provenientes de historiadores modernos suscitan la opinión de que la sucesión de Eduardo IV proviene de la propaganda a Ricardo III, pareciéndose Eduardo muy poco a su padre, aunque se considera esta opinión un misterio en torno a la figura de este rey.

Años más tarde Eduardo se casa con una viuda, Isabel Woodville, pero corren rumores que antes se había casado con Lady Eleanor Talbot, también viuda. Eduardo era hermoso y buena persona por lo que se ganó la popularidad de sus súbditos, aclamándole como un rey fuerte, noble y considerado.

Eduardo rechazó como aliado al Conde de Warwick por su enorme codicia y levantó un ejercito en contra de el con la ayuda de el Duque de Clarence. El año 1469, en la batalla de Edgecote Moor, Eduardo es derrotado y hecho prisionero pero a su contrincante le es imposible gobernar a causa de la negación por parte de los nobles de colaborar con el. Abandona el poder antes de que se inicie una revolución por parte de sus súbditos.

El Conde Warwick y el Duque de Clarence hacen las paces con Eduardo IV, aunque un año después se rebelan y son vencidos por Eduardo, exiliándose en Francia y pidiendo ayuda a Margarita de Anjou. Por temor a esta nueva alianza, Eduardo huye a Borgoña, a la casa de su hermana Margarita, casada con el Duque de Borgoña, instaurándose Warwick en el trono abandonado de Eduardo.

El Duque de Borgoña y Eduardo IV forjan una fuerte alianza que repele los ataques franceses y recuperan el trono inglés en la batalla de Barnet.

Eduardo IV muere el 9 de abril de 1483 por causas desconocidas, aunque se rumorea que fue a causa de una neumonía o por fiebres tifoideas. Sus restos descansan en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.