Ernesto Teodoro Moneta

Hasta la fecha, solo un italiano ha ganado el Premio de la Paz, un honor que compartió con un francés. En 1907, seis años después de la primera presentación del Premio de la Paz, Ernesto Teodoro Moneta, soldado, periodista y pacifista, fue nombrado ganador conjunto con Louis Renault. Aclamado "el apóstol de la paz", recibió el premio en reconocimiento a su compromiso a largo plazo con la paz y por fundar la Unión Lombarda para la Paz y el Arbitraje Internacionales.

Ernesto Teodoro Moneta nació en Milán el 20 de septiembre de 1833, en una familia aristocrática que atravesaba tiempos difíciles. En 1848, luego de cumplir 15 años, participó, junto con su padre, en el levantamiento contra el gobierno austríaco, conocido como los "Cinco Días de Milán". Aunque profundamente afectado por la violencia que vio en 1848, posteriormente asistió a la academia militar en Ivrea y tomó el lado de Giuseppe Garibaldi en la causa nacionalista italiana.

En 1859, se ofreció como voluntario para unirse a la brigada de Cazadores de los Alpes, que bajo Garibaldi luchó para liberar a Lombardía de los austriacos en la segunda guerra de independencia. Al año siguiente, una vez más estuvo al servicio de Garibaldi en Sicilia, como parte de la división Medici en la Expedición de los Mil. Aunque fue promovido como ayudante de campo del jefe de personal de Garibaldi, el general Giuseppe Sirtori, y luego fue nombrado comandante de una división durante la tercera guerra de independencia, se desilusionó luego de la dramática derrota de las tropas italianas en Custoza el 24 de junio de 1866, donde luchó personalmente con valentía.

Dando la espalda a una prometedora carrera militar, Moneta regresó a la vida civil y se convirtió en periodista. Como editor en jefe del periódico de Milán, Il Secolo, de 1867 a 1896, lo convirtió en el diario más popular de finales del siglo XIX y principios del XX, introduciendo técnicas innovadoras de recopilación de noticias y tecnología moderna. También usó el papel como un vehículo para expresar sus profundos ideales pacifistas nacidos de sus experiencias de guerra. Fue uno de los fundadores y luego se convirtió en presidente de la Unión de Lombardia para la Paz y el Arbitraje Internacional, y también fue uno de los fundadores de la Sociedad para la Paz y para la Justicia Internacional. En 1889, inauguró el Primer Congreso Nacional de la Paz en Roma.

Alrededor de este tiempo, además de continuar con sus prodigiosos escritos sobre el tema, Moneta lanzó un popular almanaque anual, L'Amico della Pace (El amigo de la paz), y la revista La Vita Internazionale (Vida internacional). Estos vehículos lo convirtieron en una voz prominente y respetada en el movimiento internacional por la paz. Fue el representante italiano en la Comisión de la Oficina Internacional de la Paz en 1895 y participante en las Conferencias de La Haya de la Paz de 1899 y 1907.

No obstante, a menudo se describe a Moneta, incluso en su biografía del Nobel, como una "paradoja" por su postura de "militante pacifista". Porque, aunque era un ferviente creyente en la paz internacional, seguía siendo nacionalista y patriota, y apoyaba la intervención de Italia en la Primera Guerra Mundial.

Guapo, dinámico y atlético en su juventud, en su vida posterior, Moneta sufrió de glaucoma y luchó contra una ceguera casi total. A pesar de esta desventaja, publicó su monumental obra de cuatro volúmenes, Le guerre, le insurrezioni e la pace nel secolo XIX (Guerras, insurrecciones y paz en el siglo XIX), que le llevó 30 años compilar. Murió de neumonía el 10 de febrero de 1918.