Félix Faure

En 1893 Faure era vicepresidente de la Cámara y en los dos años siguientes fue Ministro de la Marina, en el gobierno dirigido por el primer ministro Charles Dupuy. Durante esos años, contribuyó en gran medida a la creación de las prerrogativas para el entendimiento entre Francia y Rusia, alianza económica y militar de maniobras defensivas inducidas al fortalecimiento de la Triple Alianza y dirigidas a desalentar posibles tenencias  colonialistas o expansionistas de Alemania, Austro-Hungría y el Reino de Italia.

Con la renuncia de Casimir Perier, en 1895 fue nominado y elegido a la Presidencia de la República y al co-principado de Andorra junto al cardenal Salvador Casañas y Pagès. Durante su mandato se empeñó en reorganizar el ejército y restaurar las relaciones comerciales con Italia.

Mientras tanto Ranavalona III, Reina de Madagascar - Estado que desde 1885 era un protectorado de Francia - después de tratar en vano de conseguir la ayuda de los Estados Unidos para lograr la independencia, en 1894 se rebeló negándose a cumplir con las directivas de Francia. Entonces Faure, de acuerdo con el gobierno francés, envió su propio ejército; en 1895, entró en el capital, Antananarivo, conquistando la isla y concretando, de hecho, la expansión colonial de Francia.

Bajo su presidencia también estalló el caso Dreyfus, que había comenzado un año antes, pero que estaba viviendo su momento de mayor tensión. Alfred Dreyfus, un oficial de artillería de origen judío, estaba acusado de ser un espía del Imperio Alemán. Degradado y condenado a trabajos forzados, el caso se complicó con una serie de testimonios que exoneran al acusado, pero que no consiguen determinar la revisión del proceso. Comenzó también una corriente de opinión favorable a Dreyfus, entre cuyos exponentes se destaca el gran escritor Emile Zola, autor de una denuncia pública contra el presidente Faure, publicada en el diario "L'Aurore" con el título "J'accuse?!" (Yo acuso!). Dreyfus fue indultado en 1899, por el nuevo Presidente de la República Emile Loubet.

Félix Faure falleció en París, después de un ictus, el 16 de febrero de 1899, en pleno período presidencial; tenía sólo 58 años.

En sus muchos años de actividad política, y sobre todo en los últimos como presidente, Félix Faure estuvo apoyado por una figura que siempre estuvo a su lado; una persona privada, discreta, pero también lúcida y clarividente de quien Faure de buen grado, obedecía sus consejos y sugerencias: su hija Felix Lucia, una ferviente católica, estudiosa de Dante y esposa del historiador y filósofo Giorgio Goyau.