El teólogo y filósofo español
Francisco Suárez, conocido como
Doctor Eximius, fue uno de los fundadores del derecho internacional, a menudo considerado el más destacado filósofo escolástico después de Santo Tomas de Aquino, y el principal teólogo de la orden católica, Compañía de Jesús (Jesuitas).
Hijo de un rico abogado, Francisco Suárez nació el 5 de enero de 1548 en Granada; comenzó el estudio de leyes en Salamanca en 1561, pero abandonó la carrera para unirse a los jesuitas en 1564. Desde 1571 fue profesor de filosofía, convirtiéndose en 1580 en instructor de teología en el Colegio jesuita de Roma y después en Alcalá. En 1593 el rey Felipe II de España lo nombró enseñante, y finalmente se desempeñó como profesor en Coimbra (1597-1616). Titular de un doctorado en Évora (1597), Suárez era excepcionalmente erudito y un estudioso metódico cuyas obras, incluso en la incompleta edición de París (1856-1878), alcanzaron los 28 volúmenes.
Su estudio principal de filosofía es la
Disputationes Metaphysicae (1597), utilizado por más de un siglo como libro de texto en la mayoría de las universidades europeas, católicas y protestantes. En este trabajo, que trata especialmente de los problemas de la voluntad humana y el concepto de lo general versus los fenómenos particulares,
Suárez se basó en Aristóteles y Tomás de Aquino, a pesar de que tuvo en cuenta también las críticas de otros filósofos escolásticos como Juan Duns Scotus de Gran Bretaña y
Luis de Molina (1535-1600) de España. Su punto de partida desde las posiciones de Aquino han sido considerados lo suficientemente importantes como para justificar una corriente propia: el
suarecianismo.
A petición del papa Pablo V y otros, escribió obras apologéticas sobre la naturaleza del estado cristiano. Entre ellos se cuentan De Virtute et Statu Religionis (1608-09) y Defensio Fidei Catholicae (1613), opuestas a las de los teólogos anglicanos que defendían la afirmación de que los reyes gobernaban como representantes de Dios en la tierra. Esta teoría, la del derecho divino de los reyes, surgió en Inglaterra en épocas de James I, que posteriormente quemó la obra de Suárez, Defensio, en las escalinatas de la catedral de St. Paul en Londres.
Sobre la cuestión de la capacidad del hombre para encontrar la propia salvación a través de sus obras, Suárez, en su De Vera Intelligentia auxilii Efficacis (1605, ed. 1655), apoyaba la opinión del movimiento Congruista, que sostenía que Dios dio al hombre la gracia suficiente para lograr una conducta virtuosa congruente, o en armonía con su propia voluntad.
Suárez expuso su teoría política y filosofía del derecho en Legibus (1612, "Sobre Leyes"), así como en Defensio. Después de refutar la teoría del derecho divino de los reyes, declaró que las mismas personas son los titulares originales de la autoridad política; el estado es el resultado de un contrato social al que la gente da su consentimiento. Argumentó a favor de los derechos naturales de la persona humana a la vida, libertad y propiedad y rechazó la noción aristotélica de la esclavitud como la condición natural de ciertos hombres. Criticó la mayor parte de las prácticas de la colonización española en las Indias en su De Bello et de Indis (De la guerra y las Indias).
Francisco Suárez se retiró en 1615, estableciéndose en Lisboa. Allí falleció dos años más tarde, el 25 de setiembre de 1617.