Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro nació el 8 de octubre de 1676 en Casdemiro, Orense (Galicia), en el seno de una familia noble. En 1690 ingresó en la Orden Benedictina. Estudió en Salamanca y ganó una plaza de profesor de Teología en la Universidad de Oviedo, donde vivió desde 1709 hasta su muerte en 1764.
Feijoo es considerado uno de los mejores escritores de la prosa española de la Iluminación, y también el primer ensayista en la literatura española. A pesar de que se formó bajo los ideales aristotélicos, Feijoo tenía una mente muy abierta, e incluso algunos de sus ensayos fueron considerados tan polémicos, que incluso Fernando VI de Borbón tuvo que defenderlo, nombrandolo asesor honorario.
Fray Benito Jerónimo Feijoo expresó su conocimiento en muchos ensayos que agrupó en los 8 volúmenes de "Teatro Crítico Universal" (1726-1739) y en los 5 volúmenes de "Cartas eruditas y curiosas" (1742-1760). Feijoo pensaba que era necesario que el conocimiento que estuviera disponible en forma escrita para que España pudiera modernizarse, al igual que lo había hecho el resto de Europa. Por lo tanto, sus obras tienen un tono educativo, muy católico, pero con el objetivo de difundir los ideales de las clases más altas. Era muy crítico de las supersticiones y falsos milagros.
Feijoo jugó un papel importante en la consolidación del español como lenguaje y defendió su uso contra el latín, que aún se utilizaba en las universidades. Sus obras tratan temas muy diversos: economía, política, astronomía, matemáticas, física, historia, religión... Su estilo estaba lejos del barroco, muy simple y natural, y sobre todo muy claro por lo que cualquiera podía entender sus ensayos.
Se diferenció de sus contemporáneos porque creía que la mejor fuente de referencia era la experiencia, y que el valor de las opiniones dependía de la calidad y no la cantidad.
Como crítico de la literatura, afirmó que el verdadero genio intuye las reglas, y que esta intuición no puede ser enseñado en las escuelas. Como crítico de la música, creía que la buena música es lo que es agradable al oído, porque lo que es agradable al oído no puede oponerse a las reglas del arte. Este mismo espíritu comprensivo se revela en su estudio de la lingüística. En "Sobre la Introducción de Voces Nuevas", argumentó en contra de la creencia general de que el español o cualquier otro idioma tenía un vocabulario completo. En "El Paralelo de las lenguas castellana y francesa", argumentó que todas las lenguas son iguales y se ajustan a la capacidad y el genio de la persona que está hablando o escribiendo.
En su tiempo Feijoo fue el máximo representante del espíritu español de la Iluminación. Su deseo por la verdad, la corrección de errores y prejuicios, su sed de conocimiento y su uso de la intuición sentaron las bases para el posterior desarrollo de la filosofía española.
Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro falleció en Oviedo el 26 de setiembre de 1764