Germaine De Stael

En 1786 Germaine se casó con el barón de Staël-Holstein, embajador sueco en París. Aunque al principio simpatizaba con la causa de la Revolución Francesa, se alejó de sus ideales. Durante la Revolución, la inmunidad política de su marido permitió a Staël permanecer en Francia y organizar la fuga de numerosos refugiados. Finalmente, sin embargo, fue forzada a huir a Suiza en 1792. 

Cuando volvió a Francia en 1797, estableció su propio salón como centro de discusiones progresivas políticas e intelectuales. Se separó amistosamente de su marido y se asoció íntimamente con el pintor y escritor francés Benjamin Constant, y durante el resto de su vida disfrutó de una serie de apegos románticos no convencionales. 

En 1803 la publicación de su obra Delphine enfureció a Napoleon Bonaparte y resultó en su exilio de París. Se retiró a su finca en Coppet, en el lago de Ginebra, donde una vez más atrajo a un círculo de conocidos intelectuales. Volvió a huir de Francia en 1810 después de que Napoleón se opusiera a su trabajo histórico-crítico De l'Allemagne (Alemania, 1810) y lo criticó como "no francés". Regresó a París en 1813 y trató de establecer otro salón literario, pero murió a los pocos años.

De Staël se hizo conocida como teórica con la publicación de Cartas sobre las obras y el carácter de J. J. Rousseau (1788). Publicado justo antes del estallido de la Revolución Francesa, el libro abogaba por el pensamiento liberal y las ideas de la Ilustración como antídotos para la entonces crisis política. A su regreso a París, de Staël comenzó lo que muchos críticos consideran el segmento más brillante de su carrera. Publicó varios importantes ensayos políticos y literarios, especialmente De l'influence des passions (1796), un documento del Romanticismo Europeo. 

Hacia 1800, sus conceptos políticos y literarios estaban más definidos, como se evidencia en un tratado sobre literatura antigua y moderna. El libro sostiene que una obra literaria debe reflejar la realidad moral e histórica, o Zeitgeist,la filosofia del país en el que se crea. Otra obra famosa de crítica histórica de Staël, es Alemania, un estudio del movimiento Sturm und Drang (movimiento que trató de la revuelta del individuo contra la sociedad), introdujo el romanticismo alemán en Francia e inspiró nuevas formas de pensamiento y de expresión. De Staël idealizó Alemania y vio su cultura como un modelo para el desarrollo intelectual francés, posición que Napoleón encontró subversiva e intolerable, y ordenó destruir los borradores de la obra antes de exiliar a la autora.

Las novelas Delphine y Corinne han sido vistas por algunos críticos como ilustraciones limitadas de los conceptos literarios de de Staël. Corinne se centra en un romance entre el inglés Oswald, Lord Nelvil y una hermosa poetisa italiana, una mujer de genio. Es también un homenaje al paisaje, la literatura y el arte de Italia. En la novela epistolar Delphine, una mujer lucha contra los códigos sociales de Francia -en particular, los códigos sobre el divorcio y el desdén social de las mujeres mayores y solteras- en un intento por ganar la libertad individual.

Los críticos contemporáneos elogiaron a Staël como una poderosa figura literaria y una defensora de las ideas liberales. Su vida no convencional y sus opiniones sobre las mujeres atrajeron la atención negativa de los críticos conservadores, pero muchos reconocieron la importancia de sus teorías literarias y su papel en despertar el interés de su Francia natal por la literatura extranjera. Durante más de un siglo, la reputación de Staël se basó únicamente en su obra crítica e histórica, pero los críticos feministas han revisado sus novelas como importantes obras para la representación de personajes femeninos.