Girolamo Cardano nació el 24 de septiembre de 1501, Pavía, ducado de Milán. Este médico, matemático y astrólogo italiano, dio la primera descripción clínica de la fiebre tifoidea y su libro
Ars magna es uno de los pilares de la historia del álgebra.
Educado en las universidades de Pavía y Padua, Cardano recibió su título de médico en 1526. En 1534 se mudó a Milán, donde vivió en una gran pobreza hasta que se convirtió en profesor de matemáticas. Ingresado en el colegio de médicos en 1539, pronto se convirtió en rector. Su fama como médico creció rápidamente, y muchas de las cabezas coronadas de Europa solicitaron sus servicios; sin embargo, valoraba demasiado su independencia para convertirse en médico de la corte. En 1543 aceptó una cátedra de medicina en Pavía.
Cardano fue el matemático más destacado de su tiempo. En 1539 publicó dos libros sobre aritmética que incorporan sus conferencias populares, la más importante es P
ractica arithmetica et mensurandi singularis ("Práctica de Matemáticas y Mediciones Individuales"). Su
Ars magna (1545) contenía la solución de la ecuación cúbica, por la cual estaba en deuda con el matemático veneciano Niccolò Tartaglia, y también la solución de la ecuación cuántica encontrada por el ex servidor de Cardano, Lodovico Ferrari. Su
Liber de ludo aleae (El libro sobre los juegos de azar) presenta los primeros cálculos sistemáticos de probabilidades, un siglo antes que
Blaise Pascal y
Pierre de Fermat.
La popular fama de Cardano se basó principalmente en libros que trataban sobre cuestiones científicas y filosóficas, especialmente De subtilitate rerum ("La sutileza de las cosas"), una colección de experimentos físicos e inventos, intercalados con anécdotas.
El hijo favorito de Cardano, quien se había casado con una joven de mala reputación, la envenenó y fue ejecutado en 1560. Cardano nunca se recuperó del golpe. Desde 1562 fue profesor en Bolonia, pero en 1570 fue arrestado repentinamente por acusación de herejía. Después de varios meses en la cárcel, se le permitió abjurar en privado, pero perdió su puesto y el derecho a publicar libros. Antes de su muerte, completó su autobiografía, De propria vita (El libro de mi vida).