Giorgio Vasari

Comenzó su carrera artística en el taller de William French Marcillat, pintor y autor de las figuras de los vitraux de la Catedral de Arezzo. En 1524 se trasladó a Florencia, donde asistió al taller de Andrea del Sarto y a la academia de diseño de Baccio Bandinelli. Regreso a Arezzo después de tres años, en 1527, donde conoció a Rosso Fiorentino.

Junto con Francesco Salviati, en 1529 Vasari trabajó en la tienda de Raffaello da Brescia: luego se dedicó a la orfebrería y, poco después, llamado y protegido por el cardenal Ippolito de Medici, viajó a Roma, donde con su amigo Salviati, compartió el estudio de los grandes textos figurativos del manierismo. Entre los años 1536 y 1539 viajó entre Roma, Florencia, Arezzo y Venecia, pintando varias obras, entre las que destacan el retrato del duque Alejandro de Médicis, una Natividad de la Ermita de Camaldoli y la Alegoría de la Inmaculada Concepción para la iglesia S.Apostoli en Florencia.

Luego regresó a Arezzo y emprendió la decoración pictórica de su casa. De 1542 a 1544 dividió sus actividades entre Roma y Florencia; su producción de retablos fue cada vez más intensa, definiendo cada vez más su lenguaje figurativo.

En 1550 se publicó la primera edición de la obra más relacionado con la fama Vasari: "Vidas de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue hasta nuestro tiempo", en la que reorganizó todo el material y información recogida desde 1540 sobre la vida y obra de los artistas.

En este período Vasari conoció a Miguel Angel, quien le aconsejó "el estudio de las cosas de la arquitectura". Después de unos años  regresó a Roma para trabajar con el papa Julio III, quien le confió, junto a Ammannati, la decoración de la capilla con la tumba del cardenal Antonio del Monte, en San Pietro in Montorio.

Allí permaneció hasta 1553, manteniendo una estrecha relación con Miguel Ángel y trabajondo al servicio del Papa Julio III.

En 1554, volvió a Arezzo, para diseñar el coro de la Catedral. Se mudó con su familia a Florencia, por invitación del duque Cosimo I de Medici, que finalmente lo contrató a su servicio. Se inició entonces un largo período en Florencia, en el que Vasari tuvo una posición hegemónica en el ámbito artístico de la ciudad.

En 1555 Cosimo I le confió la renovación y la decoración del Palazzo Vecchio, que quería convertir en una residencia principesca. Posteriormente se le encargó la realización del Palazzo degli Uffizi. El trabajo se completó en 1580, justo después de su muerte.

En 1563 comenzó a pintar los frescos de la bóveda del Salón de los Cinquecento del Palazzo Vecchio, cuya decoración en conjunto, sería la más grandiosa. Terminaría en 1565, cuando se dio a la tarea del llamado Corredor Vasariano, que conecta los Uffizi con el Palazzo Vecchio a través del antiguo Ponte Vecchio.

Suspendió el trabajo en 1556, para emprender un viaje por toda la península, con el fin de reunir más información para el segundo proyecto de "Vidas", que finalizará doce años más tarde, en 1568.

La nueva edición, mejorada, es considerada la primera historia crítica de la pintura itálica además de una fuente documental todavía hoy esencial por la objetividad y honestidad de sus juicios, así como  porla claridad de su presentación. A través de una serie de animadas biografías, Vasari hace hincapié en cómo los artistas de su región, la Toscana, lograron poco a poco revivir la extraordinaria temporada del arte clásico.

En 1570 regresó a Roma llamado por el Papa Pío V, donde en tan sólo ocho meses pintó tres capillas en el Vaticano: las capillas de San Miguel, San Pedro Mártir y San Esteban; simultáneamente inició la decoración de la Sala Regia.

A la muerte del pontífice, Vasari regresó a Florencia, donde, después de casi una década de trabajo, concluyó la decoración del Salón de los Quinientos. Más tarde fue el encargado de pintar el techo de la cúpula de Brunelleschi de Santa Maria del Fiore, con un Juicio Final.

Después de unos meses fue llamado a Roma por el Papa Gregorio XIII para continuar con la decoración de la Sala Regia.

En 1573, estando en Roma, trabajabando en su último encargo, preparó los diseños para la cúpula de la catedral de Florencia. En abril, regresó a Florencia, donde se inauguró el "studiolo de Francisco I", una pequeña estancia del Palazzo Vecchio, construida por orden de Francisco I de Médici, del que Vasari había comenzado la decoración. También con sus diseños, comenzaron las obras de la logias Arezzo.

Giorgio Vasari murió en Florencia el 27 de junio de 1574. Su casa de Arezzo es ahora un museo a él dedicado.