Giovanni Battista della Porta

Della Porta fue un filósofo, alquimista, comediógrafo e investigador que, en el curso de sus escritos, hizo declaraciones erróneas sobre su edad, probablemente porque disfrutaba haciéndose pasar por un hombre misterioso o quizás porque, al hacerse más joven de lo que era, sería conocido como un niño prodigio. A pesar de su propia tergiversación, el año de su nacimiento se ha establecido de manera confiable en 1535. Provenía de la pequeña nobleza napolitana.

En el espíritu del Renacimiento, la casa de su padre era una especie de academia donde el jóven Della Porta y sus dos hermanos fueron introducidos a las artes y las ciencias. Giambattista fue tutelado por un tío. Junto con el humanismo del Renacimiento, su programa de estudios enfatizó en las ciencias, puras y aplicadas. En su juventud tuvo su primera experiencia dramática, y es probable que algunas de sus obras sean revisiones posteriores de lo que había escrito de joven. De su hermano mayor aprendió astrología, y de su más joven obtuvo una colección de cristales y de especímenes geológicos.

En algún momento de la década de 1550, Della Porta fundó la Academia dei Segreti. En este grupo, el interés se dividía entre observaciones científicas genuinas y lo que ahora se reconoce como magia. Las Magiae naturalis (1558; 2ª ed. 1559), destinadas a ser una de sus dos obras más famosas en ciencias naturales, probablemente surgieron de esta primera academia. Relaciona experimentos con hierbas, productos químicos y magnetismo e incluye opiniones sobre lo oculto.

Alrededor de 1580, Della Porta fue denunciado ante la Inquisición por obras de magia y profecía y se le ordenó abandonar su práctica de las artes ilícitas. También durante este tiempo, se hizo amigo del influyente cardenal Luigi d'Este, quien lo invitó a Roma y luego a Venecia. Durante el período veneciano trabajó en el espejo parabólico y en un "occhiale", probablemente una lupa. Su trabajo en lentes condujo a la falsa afirmación, que él alentó, de que inventó el telescopio.

En su obra científica más reconocida, De humana physiognomia (1586), sostenía que las características físicas de los seres humanos son claves para sus personalidades. Al ver tales rasgos físicos como tendencias más que como factores determinantes, della Porta pudo evitar el fatalismo y afirmar la responsabilidad individual.

En 1603, Della Porta se unió en un esfuerzo por mantener viva una sociedad que más tarde florecería como la Accademia dei Lincei para reclamar a Galileo Galilei como uno de sus destacados miembros. Mientras tanto, Della Porta escribió obras sobre ciencia y matemáticas y escribió 17 obras, la mayoría de ellas comedias, que demostraron que era un verdadero hombre del Renacimiento, un humanista y un científico. Falleció en el año 1615, a los 80 años de edad.