El creador de los míticos personajes de
Don Camillo y Peppone fue uno de los más importantes intelectuales italianos del siglo XX, destacándose como periodista y escritor. Nacido el 1 de mayo de 1908 en Fontanelle di Roccabianca (Parma, Italia) comenzó en el periodismo desde muy joven en su ciudad nata emigrando, igualmente joven a la ciudad de Milán.
Giovannino Oliviero Giuseppe Guareschi, tal su nombre completo, de ánimo fuerte y dificilmente influenciable, comenzó a escribir para "Bertoldo" una revista de humor de la época, no preocupándose en absoluto acerca de las posibles reacciones del régimen fascista entonces dominante en Italia (del que, de hecho, Guareschi nunca perdió la oportunidad de burlarse). Eran los años treinta, los del pleno plebiscito, a nivel popular, del régimen.
Pero los efectos de esta "militancia" indeseada pronto se hicieron escuchar. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Italia adoptó, imitando a la Alemania nazi, una política expansionista, pero también racista y cada vez más intransigente contra las voces disidentes. El escritor en consecuencia, fue sometido a un destino traumático; capturado y encarcelado en 1943, fue deportado a Alemania y luego a Polonia.
Después de dos años regresó a Italia y fundó "
Il Candido", otra publicación satírica semanal. A pesar de la mala experiencia del encarcelamiento en el campo de concentración, el lenguaje del escritor ciertamente no se había suavizado. En "Il Candido" libraba batallas anti-gobierno y "anti-política", sin olvidarse de las facciones comunistas y de izquierda. En 1954 fue arrestado nuevamente, con la excusa de que había publicado cartas comprometedoras (más tarde se demostró que era falso), del entonces primer ministro
Alcide De Gasperi.
Mientras tanto, había dado vida a "Mondo Piccolo" la saga de Don Camillo y Peppone, figuras opuestas de dos típicas almas de la Italia de posguerra. Don Camillo, de hecho, representa la figura del antifascista "status quo" inteligente y respetuoso, mientras que Peppone es un petulante alcalde comunista ortodoxo, pero básicamente bueno. A partir de las novelas de estos dos personajes como protagonistas se elaboraron más tarde numerosas películas.
Sin embargo, a pesar del gran éxito popular, los críticos e intelectuales tendían a desairarlo, principalmente debido a la simplicidad del lenguaje utilizado y a una cierta pátina de inocencia un poco 'naif' que impregnaba sus escritos. Pero detrás del humorista se ocultaba un hombre que tuvo que sufrir privaciones, humillación, el dolor y la traición (incluso se corrió la voz, sin fundamento, que estaba financiado por la CIA). Muchos de sus cuentos más conmovedores son en realidad adaptaciones de hechos reales que calaron en lo más profundo de su alma. Luego, afortunadamente, fue ampliamente recompensado. La revista "Life" reconoció su significativa contribución y lo definió como "
la propaganda anticomunista más hábil y eficaz en Europa", mientras que
Indro Montanelli elogió en repetidas ocasiones al hombre y amigo, afirmando: "
Hay un Guareschi político a quien debemos la salvación de Italia. Si hubieran ganado los otros no sé dónde habríamos ido a terminar, de hecho, lo sé muy bien".
Guareschi murió en Cervia el 22 de julio de 1968 después de pasar los últimos años de actividad detrás de escena y un poco olvidado por lectores y críticos.