Gustav Klimt

Lugar de nacimiento: Austria
Familia: Madre: Anna Finster
               Padre: Ernst Klimt

Biografía:

Gustav Klimt,  un pintor simbolista, ha nacido el día 14 de julio de 1862 en Baumgarten, cerca de Viena, Austria.
Este hombre ha sido educado en la Escuela de Artes y Oficios de Viena y allí mismo ha aprendido las técnicas de las artes decorativas. Al cabo de unos años de integra y se trasforma en miembro honorario de las universidades de Múnich y Viena.
Al transformarse en ya un artista lo cual se ha debido a sus logros, luego de haber estudiado, se conocen sus mayores trabajos, los cuales incluyen pinturas, murales, bocetos y otros objetos de arte, muchos de los cuales están en exposición en Viena. Él se ha transformado con el tiempo en el líder fundador de la Wiener Sezession y de su periódico "Ver Sacrum".
Fundamentalmente, Klimt se ha hecho conocido por su estilo, del cual resaltaba el uso de oro en las pinturas. Su estilo muestra el gusto y modo en representar mujeres desnudas en sus pinturas, siguiendo el criterio del art nouveau, donde las ilustra etéreas y seguras, pareciéndose a sirenas rodeadas de flores y oro. Para llegar a la creación de estas obras Gustav disponía de modelos, generalmente mujeres, pertenecientes a la burguesía vienesa, pero también contaba con un séquito de mujeres prostitutas las cuales pasaron a ser musas del mismo artista.
En la gran mayoria de sus obras, Klimt muestra como temas principal de las mismas la sexualidad femenina y el equilibrio con la masculinidad. Como por ejemplo se muestra en la obra titulada “El beso”, creada  en 1907, la cual muestra un mundo femenino, en donde Klimt recorre el ciclo de la vida en todas sus etapas : procreación, gestación, infantes, juventud y vejez, salud y hermosura, enfermedad y muerte.
Finalmente el artista austriaco ha fallecido en Viena a causa de un derrame y ha sido enterrado en el cementerio vienés de Hietzing. Se ha sabido que un gran número de sus obras ha sido confiscado por la dictadura nazi.
En el actual año, 2006, una de las pinturas de Klimt, precisamente el retrato de Adele Bloch-Bauer, se convierte en la pintura más cara de la historia, al venderse por 135 millones de dólares.