Hans Lippershey conocido también como
Johann Lippershey nació en Wesel, Alemania en 1570. Cuando era un niño se mudó con su familia a Middleburg, capital de Zeeland, convirtiéndose en 1602 en ciudadano holandés.
Aunque se desconoce el lugar y quienes fueron sus maestros,
Hans aprendió a trabajar muy bien el vidrio desde que era muy joven.
Antes de que Lippershey mostrara su invento, ya se conocían los telescopios ordinarios y los catalejos, pero
fue el primero en solicitar una patente por su diseño, que se hizo disponible en 1608.
Si bien no se le otorgó la patente solicitada,
el gobierno holandés lo recompensó por las copias de su diseño y al llegar a las manos de
Galileo Galilei, éste creó el telescopio basado en su diseño en 1609.
Se dice que fueron los hijos de Lippershey quienes en realidad descubrieron el telescopio cuando jugaban con lentillas dañadas en el taller. Otra leyenda asegura que el hijo de
Zacharias Janssen de Middleburg, declaró tiempo después, que
Lippershey le había robado la idea a su padre, mientras que Jacob Metius, aseguró también que originalmente, todo había sido idea suya.
Para muchos,
Lippershey es considerado inventor del microscopio y parte de su historia afirma que mientras se encontraba en su taller, un niño jugaba con lentillas y alineó dos lentes. Hans observó este hecho, lo que le facilitó poder inventar el telescopio.
En 1608 Lippershey se presenta ante las autoridades de los Países Bajos con el aparato que tenía una lente fija y otra móvil demostrando que era posible observar objetos lejanos, pudiendo identificar pequeños detalles.
Convertido en un binocular, el gobierno compra el producto pero no se le entrega la patente ya que muchas personas conocían la invención. SIn embargo, se reconoce que
fue uno de los pioneros en llevar a la práctica este principio que fue descrito teóricamente por otros científicos.
Por lo tanto, Hans Lippershey es
el inventor del telescopio y en su honor, se nombró el cráter de Lippershey en la luna.