Heinrich Himmler

Fue el Comandante en Jefe Reichsführer de las SS y más tarde Ministro del Interior y luego Comandante de los ejércitos del Vístula durante el sitio de Berlín. Dirigió la orden de matar ordenadamente a millones de judíos, polacos, gitanos, comunistas. Así mismo de enfermos mentales, de los cuales muchos fueron utilizados en experimentos. 

Luego que Berlín fuera invadida por los rusos, Himmler fue el primero en el conjunto de los nazis fugitivos más solicitados. Además fue buscado por la justicia. Viajando a Rudolf Brandt, Karl Gebhardt, Werner Grothman y Heinz Macher a Flensburg.

Se citó con Karl Donitz, el Almirante, quien fuera sucesor de Hitler, negándole algún papel en la Alemania y rechazando su proposición de ser el segundo en el poder. Posteriormente vio extraviado su propósito, haciendo su desaparición de la escena.

Luego se afeitó su bigote, se rapó, además se colocó un parche negro en un ojo, e inmediatamente se hizo pasar por un policía y se fue a Baviera. Cruzó Alemania conjuntamente con sus hombres hacia Bremervorde.

Se le hizo prisionero por las fuerzas británicas en Brandeburgo, al lado del puerto de Bremen y Himmer. Haciéndose pasar este último por Heinrich Hitzinger. Los integrantes de la Feldopolizei eran los más perseguidos. Siendo conducido a un cuartel cerca de Luneburgo para interrogarlo.

Al final terminó por sacarse el parche del ojo izquierdo y se colocó sus gafas; haciéndose identificar por su nombre real y pidió hablar con el General Eisenhower o Montgomery. Sylvester se comunicó al cuartel de Luneburgo y se le adiestró preveendo otro acto suicida.

En una exhausta búsqueda de veneno fue realizado el hallazgo de un par de cápsulas. Una que tenía una ampolla de vidrio con cianuro y la otra vacía.

Frente a tal acontecimiento, los reclutas británicos lo condujeron a una vivienda que fue decomisada en Luneburgo, le hicieron daño físico y psicológico estando en el viaje y le ordenaron quitarse la ropa para revisarlo. En tal situación un doctor le hizo abrir la boca y localizó algo extraño entre sus molares y quiso extraer un objeto.

Ante el asombro de Himmler, no creyendo que fuese el modo de abordar a un ex ministro y Reichsfuhrer de la SS, masticó la mano del galeno, rompiéndose una cápsula de cianuro que tenía entre su dentadura.

Existe la frase célebre de Bill Cariote, quien fuera un recluta británico que decía: “se escuchó como el vidrio se quebraba entre sus dientes”. Queriéndose hacerlo regurgitar con agua con cal. Realizándose un lavado gástrico pero no resultó. Falleciendo al instante.

Himmler fue envuelto en una red de camuflaje y enterrado en el Brezal de Luneburgo en un lugar no señalado.
Si hubiera quedado con vida, Himmler hubiera sido incluido de los primeros en los juicios de Núrember como el mayor de los criminales nazis.