Hugo van der Goes fue el más potente pintor flamenco de la segunda mitad del siglo XV. Su "
Retablo Portinari" es una de las obras maestras más intensamente bellas de todos los tiempos.
Poco se sabe de sus orígenes y su formación temprana. Nacido en Gante (Bélgica) en el año 1440, se convirtió en maestro en el gremio de pintores de dicha ciudad en 1467, siendo el pintor Justo de Gante uno de sus garantes. Entre ese año y 1475 Van der Goes participó en las ornamentaciones de Gante y Brujas en acontecimientos tales como la boda de Carlos el Temerario con Margarita de York.
El artista se convirtió en decano del gremio en 1474. Cuatro años más tarde renunció a Gante, y luego, en medio de la agitación política, se retiró como hermano lego al monasterio Claustro Rojo cerca de Bruselas. Continuó pintando como un hermano privilegiado, recibiendo distinguidos visitantes como el archiduque Maximiliano de Austria. A su regreso, en 1481, de un viaje a Colonia, Van der Goes sufrió un ataque de melancolía. Un monje compañero, Gaspar Ofhuys, documentó la enfermedad y registró que el artista murió en el monasterio al año siguiente, en 1482.
Sus trabajos
Van der Goes nunca firmó o fechó sus pinturas, por lo que las que fueron atribuidas a él se basan en un trabajo, el
Retablo Portinari, del cual,
Giorgio Vasari autenticó la autoría del pintor flamenco. La fecha de datación entorno a los años 1474-1476, se ha supuesto sobre la base del número y edades de los hijos de los donantes sobre las alas del tríptico.
Más temprano en su estilo y, posiblemente, la primera obra conocida de Van der Goes, es el pequeño díptico con la Caída del Hombre y la Lamentación. Las figuras conscientemente desnudas de Adán y Eva, recuerdan las del retablo de Gante de los hermanos Van Eyck; la composición rítmica de las figuras angustiadas en la Lamentación deriva de la forma mundo de Rogier van der Weyden. La diferencia entre ambos radica en la expresión del sentimiento personal de Van der Goes acerca de la tragedia y el drama de la Caída y Redención del hombre.
El gran panel de la Adoración de los Reyes, la parte central que se conserva, probablemente data del 1472. El concepto es de serena grandeza, con un sentimiento monumental; la composición es resplandeciente en detalles descriptivos, excelente en la iluminación, y ricas en color.
El Retablo Portinari es un tríptico gigante, de más de 5 metros de ancho cuando está abierto. Su tema es la adoración del Niño recién nacido por María, José, pastores, y 15 ángeles. Fue encargado por Tomasso Portinari, el representante de los Medici en Brujas. Como parte de esta obra, La Anunciación, una pintura monocromática, se aprecia cuando las hojas laterales están cerradas.
La gran obra La muerte de la Virgen fue pintada en el monasterio alrededor de 1481. Cristo se materializa en un círculo de luz, para recibir el alma de su madre moribunda, mientras que los Apóstoles rodean su cama, cada uno mostrando intensamente su pérdida personal.