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Nació: | 24 Julio 1925 | España |
Falleció: | 15 Noviembre 1969 |
Signo del zodiaco: | Leo |
Sobrino del pintor Adrián Aldecoa, nació en Vitoria en el seno de una familia de clase burguesa. Cursó sus estudios de bachillerato en una escuela religiosa vitoriana en la que se comportó de un modo rebelde en repetidas ocasiones. Tras el bachillerato se trasladó a la prestigiosa Universidad de Salamanca para estudiar Filosofía y Letras, donde quedó bastante patente que estudiar no era lo suyo, pues nunca se mostró aplicado y faltaba muchas veces a las clases. Aún así consiguió aprobar las asignaturas comunes y se fue a vivir a Madrid para seguir estudiando.
En Madrid se alojó en una pequeña pensión que se encontraba en las cercanías del famoso Café Gijón, donde conoció a algunos escritores de renombre y a quien posteriormente sería su mujer. Josefina. Formó un grupo con el cual trataron de introducir publicaciones subversivas en los boletines del Sindicato Español Universitario, uno de los muchos sindicatos verticales de afiliación obligatoria durante el régimen de Franco.
Su estilo narrativo se engloba dentro de la corriente del neorrealismo, que se encarga de versar acerca de la vida de los círculos más deprimidos de la población. Se le considera como uno de los escritores de cuentos más importantes de todo el siglo XX, recibiendo un gran reconocimiento por parte de la crítica que analiza la historia de la literatura española.
Se inspiró claramente en el realismo anglosajón para escribir sus cuentos, mostrando una imagen de sentimiento y vivencias que solamente un testigo presencial de los hechos podría aportar, con un gran contenido del factor humano del que carecían muchos de los escritores que compartieron su etapa de la historia. Las figuras principales eran casi siempre personas humildes, normales y corrientes, que se comportaban como se esperaba que lo hicieran las personas de su clase durante las historias que vivían, mostrando claramente un fiel reflejo de las personas más desamparadas de la época.
Fueron pocas las novelas que sin embargo consiguió terminar, apenas cuatro, a pesar de que se proponía escribir una serie de tres trilogías que abordarían la vida de los trabajadores del mar, la de los mineros y el mundo que giraba en torno a la guardia civil, los toreros y los gitanos. Para su muerte había terminado la primera, Gran Sol, que trataba el mundo de la pesca de altura, y dos de la serie de la guardia civil y los gitanos, siempre imponiendo su sello más personal.