James Stewart nació en Indiana, Estados Unidos, el día 20 de mayo de 1908, en el seno de una familia de clase media, que se dedicaba al comercio de artículos de ferretería.
Estudió la carrera de Arquitectura, y no parecía que su vida iba encaminada hacia la interpretación, pero el destino hizo que se encontrara en su camino a
Joshua Logan, uniéndose a su grupo de teatro. Ello provocó, a su vez, que conociera a
Henry Fonda, haciéndose ambos muy amigos. Ilusionados con la idea de dedicarse a la interpretación, decidieron marcharse a probar suerte a Broadway.
James no tuvo ninguna dificultad en obtener papeles secundarios en varios largometrajes, así como no la tuvo tampoco en conseguir que la crítica se fijara en él, haciendo grandes alabanzas de su interpretación. Gracias a ello, consiguió que la
Metro Goldwyn Mayer le contratara enseguida.
Su debut cinematográfico en un papel importante fue en 1935, al intervenir, junto a
Spencer Tracy en el largometraje
“The Munder Man”. Aunque la película no fue muy bien aceptada por la crítica sí lo fue su trabajo, y a partir de este momento el actor empezó a rodar una película tras otra, la mayoría de ellas bajo las órdenes de directores de gran prestigio, como
Alfred Hitchcok,
Anthony Mann o
Ernst Lubitsch.
Pero la película que le consagró, y que puede decirse que le lanzó al estrellato fue la que protagonizó, dirigido por el genial
Frank Capra, en 1938,
“Vive como quieras”. El film fue un gran éxito y afianzó ya definitivamente la carrera de James Stewart.
Pronto le sobrevino otro gran éxito, al ganar, en 1940, el
Óscar al mejor actor con el largometraje “Historias de Filadelfia”, con el cual
ganó también el León de Oro del prestigioso Festival de Venecia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, James Stewart se convirtió en todo un símbolo de patriotismo y heroicidad para el pueblo americano, ya que fue condecorado y prestó sus servicios de manera tan brillante que llegó a alcanzar el rango de general.
Se casó con Gloria Hatrick McLean en el año 1949, de la que no se separaría ya hasta el fin de sus días, y con la cual tuvo 4 hijos.
Puede decirse pues que James Stewart triunfó en todos los aspectos de su vida. El éxito en su vida personal, así como todos los logros conseguidos en la faceta profesional y en su etapa militar, no fueron jamás motivo para que el actor dejara de ser el hombre sencillo que siempre fue o para que perdiera su característica mirada de hombre bondadoso. De hecho, puede afirmarse que James Stewart llegó a ser la misma representación de la ética para sus conciudadanos.
Aparte del Óscar mencionado,
estuvo nominado otras cuatro veces, por las películas
“Caballero sin espada”, “!Qué bello es vivir!” y “El invisible Harvey”.
En 1985 le fue otorgado un Oscar honorífico en reconocimiento por su carrera.James Stewart murió el día 2 de julio de 1997 en la ciudad de Los Ángeles.
Aparte de las ya mencionadas, podemos citar entre su filmografía otras películas como
“La soga”, “La ventana indiscreta”, “El hombre que sabía demasiado”, “Vértigo”, “Anatomía de un asesinato”, “El hombre que mató a Liberty Balance” o “El bazar de las sorpresas”.