Nacido el 5 de enero de 1767 en Lyon,
Jean-Baptiste Say fue un economista francés, mejor conocido por su ley de los mercados, que postula que la oferta crea su propia demanda.
Después de completar su educación, Say trabajó brevemente para una compañía de seguros y luego como periodista. En 1794 se convirtió en editor de una nueva revista dedicada a las ideas de la Revolución Francesa; más tarde se convirtió en editor en jefe de la revista. Fue nombrado miembro del Tribunate bajo el consulado en 1799, pero luego fue despedido por Napoleón Bonaparte.
En 1807 puso en marcha una hilandería de algodón, que vendió en 1813. Posteriormente ocupó una cátedra de economía industrial en el Conservatorio de Artes y Oficios de 1817 a 1830, y fue profesor de economía política en el Collège de France de 1830 hasta su muerte. Su publicación principal fue Traité d'économie politique (1803; Tratado de economía política).
Say atribuyó la depresión económica no a una debilidad general de la demanda, sino a la sobreproducción temporal en algunos mercados y la subproducción en otros. Creía que cualquier desequilibrio se ajustaría automáticamente porque los superproductores debían redirigir su producción para satisfacer las preferencias de sus clientes o se veían obligados a cerrar el negocio.
Hay dos versiones de la
ley de Say: una resultó ser verdadera y la otra falsa. La versión verdadera establece que un exceso de bienes no puede persistir a largo plazo porque la producción de bienes motivará a los productores a comprar otros bienes. En palabras de
Say, "
Los productos siempre se cambian por productos". Esto representó una nueva comprensión significativa de los mercados porque los economistas anteriores a
Say se habían preocupado por la posibilidad de un exceso a largo plazo. Sin embargo, existe la versión falsa de la
ley de Say, en la que
Say también parece haber creído y que afirma que no puede haber una sobreproducción de bienes en el corto plazo. El economista británico
Thomas Malthus, con quien
Say estaba familiarizado, atacó esta versión en el siglo XIX, al igual que
John Maynard Keynes en el siglo XX.
Say fue el expositor más conocido de las opiniones de
Adam Smith tanto en Europa como en los Estados Unidos. Pero no estaba de acuerdo con la teoría del valor de Smith.
Say fue uno de los primeros economistas en darse cuenta de que el valor de un bien se deriva de su utilidad para el usuario, no del trabajo utilizado para producirlo. Esta idea no se sistematizó hasta principios de la década de 1870, cuando
Carl Menger,
William Stanley Jevons y
Friedrich von Wieser le prestaron más atención.