Jean Landry

Landry de Thézillat nació y creció en Limoges, donde su tío, el Dr. de Thézillat, psiquiatra y neurólogo, influyó en su decisión de estudiar medicina. En 1850, a los 24 años, fue pasante de hospital en París. Se ofreció para ayudar en una epidemia de cólera que arrasó el Departamento de Oise, diezmando a su población. A su regreso a París, la población agradecida del Oise le dio una medalla. En 1852 Landry de Thézillat fue interno junto con Claude-Marie-Stanislas Sandras (1802-1856) y Adolphe-Marie Gubler (1821-1879) en el Hôtel-Dieu y Hôpital Beaujon. Ya en su época de estudiante tomó un interés particular en la enfermedad nerviosa, que fue el tema de su tesis doctoral.

Mientras era pasante, propuso que tanto los movimientos musculares activos como pasivos requerían impulsos aferentes: "sens de l'activité". 

Landry describió la parálisis ascendente en 1859, el mismo año en que Adolf Kussmaul también informó sobre dos pacientes, e incluyó en su descripción tres manifestaciones parálisis ascendente sin signos o síntomas sensoriales, parálisis ascendente con anestesia y analgesia concomitantes y un trastorno generalizado progresivo con parálisis y signos sensoriales. Su nombre se unió solo a la forma ascendente. Esta fue su última y mayor contribución literaria. Las memorias trataban diez casos de esta misteriosa enfermedad, que ahora se denomina comúnmente síndrome de Guillain-Barré.

En 1857 se casó con Claire Giustigniani (1832-1901), una dama de gran belleza y prestigio social, pero con poco dinero. Cuando su padre murió y dejó a su propia familia en circunstancias igualmente difíciles, también tuvo que cuidar a otros miembros de su familia. Por lo tanto, abandonó la ciencia y se mudó a un spa - Établissement hydrothérapeutique - para el tratamiento de enfermedades nerviosas en Auteuil. Allí hizo una excelente vida y se convirtió en un hombre de considerable prominencia.

Landry de Thézillat era un hombre generoso y modesto, un bailarín experto y un músico distinguido con la voz de un cantante profesional. En resumen un favoritos en los salones. E. Corbet pintó su retrato en 1864. También era un buen jinete, cazador y alpinista y estaba interesado en la geología y los cristales. A la edad de 38 años sufrió una enfermedad cerebral que puso fin a sus contribuciones.

En 1865 fue a ayudar a una epidemia de cólera en los suburbios de París, contrajo la enfermedad y murió poco después con la asistencia de Charcot.