Jean Vanier

Vanier pasó parte de su infancia en Canadá, donde su padre, Georges, se desempeñaba como oficial militar canadiense y diplomático, y luego como gobernador general. Vanier también vivió en Londres y París. 

En 1942 ingresó en el Britannia Royal Naval College, Dartmouth, Inglaterra. Sirvió en la Royal Navy durante la Segunda Guerra Mundial, pero en 1949 se trasladó a la marina canadiense. Después de renunciar (1950) a su comisión naval, fue a París para cursar estudios universitarios, obteniendo un Ph.D. en filosofía (1962) del Institut Catholique de Paris. Su libro de 2001, Hecho para la felicidad: Descubriendo el significado de la vida con Aristóteles, se basó en su tesis doctoral sobre el concepto de felicidad en expresado por el filósofo griego en Ética. Vanier enseñó filosofía durante un tiempo en la Universidad de Toronto.

Mientras estaba en Francia, Vanier conoció L'Eau Vive, un centro espiritual y teológico fundado en la aldea de Soisy-sur-Seine por el sacerdote dominicano Thomas Philippe. Vanier se unió a Philippe en el pueblo de Trosly-Breuil cuando éste fue reubicado. Allí, en 1964,  fundó L'Arche ("el Arca), una pequeña casa que compartía con dos hombres con discapacidad mental. 

A partir de entonces, las comunidades de L'Arche, que incluían personas con discapacidad intelectual y sin discapacidad, se iniciaron en otros 34 países. En 1971, Vanier y la maestra de necesidades especiales Marie-Hélène Mathieu fundaron Faith and Light, un movimiento que se convirtió en una red de cientos de comunidades que reunió a personas con discapacidades intelectuales y sus familiares y amigos para una reunión mensual. Una vez cada 10 años Fe y Luz condujeron peregrinaciones a la ciudad de Lourdes o a Roma. 

En 1988, el Papa Juan Pablo II invitó a Vanier a participar en el Sínodo de los Laicos en Roma. Vanier fue autor de numerosos libros sobre filosofía, teología y discapacidad intelectual.

En 2015, Vanier recibió el Premio Templeton "por su descubrimiento innovador del papel central de las personas vulnerables en la creación de una sociedad más justa, inclusiva y humana". El honor, que incluyó un premio monetario de casi $ 1.7 millones, fue otorgado a una "persona viva que ha hecho contribuciones excepcionales para afirmar la dimensión espiritual de la vida".