John Constable

Este connotado pintor inglés que se orientó fundamentalmente a inmortalizar los paisajes de la región de donde era oriundo, había nacido en East Bergholt, en Suffolk, Inglaterra el 11 de junio de 1776 y falleció el 31 de marzo de 1837 en la misma localidad. Esta región de Inglaterra fue tan representada por este pintor que el área del valle de Dedham, en Suffolk, se le conoce con el nombre de “el país de Constable”.

Fue el segundo de los hijos del matrimonio compuesto por Golding Constable y su esposa  Ann,  que gozaban de cierto prestigio y relevancia en su comunidad por ser Golding un molinero de fortuna y posibilidades económicas. Esto le permitió a John tomar algunas clases, pero en general su acercamiento y maestría en la pintura es un esfuerzo autodidacta. Su hermano mayor de quien se decía que tenía una cierta deficiencia mental siguió los pasos del padre, pero a la postre, sería el menor de los hermanos quien se haría cargo del negocio.

Se traslada a Londres en 1795 en donde obtiene un trabajo como dibujante topográfico y en esa estancia en la capital británica hace una estrecha amistad con la familia Fisheren, quienes varias veces lo acogerían en su casa de Salisbury. Un tiempo después el mayor de los Fisheren, llegó a ser el obispo de Salisbury y le encargaría a John una vista de la Catedral de Salisbury.

Ya en 1799 consigue que el padre del duque de Dysart lo patrocine para que ingrese a estudiar en la Academia Real de Londres; en esta temporada, adquiere una gran admiración por algunos pintores que ya gozaban de fama como Claudio de Lorena, Peter Paul Rubens, Annibale Carraci, Joshua Reynolds, Jacob Ruysdael y Thomas Gainsborough entre otros.

Aun cuando sus progresos no fueron muy rápidos, logra en 1802 exponer sus cuadros en la Academia Real de Londres, donde estudiaba y a partir de esta exposición, consigue mantener con regularidad exhibiciones. A raíz de esta exhibición le ofrecieron el cargo de profesor de dibujo en la Universidad Militar de Marlow, cargo que rechazó puesto que ya había decidido convertirse en pintor paisajista, que finalmente lo hace de manera definitiva en 1810.

Si bien es cierto que su familia lo mantenía, además de pintar al aire libre, conseguía algo de recursos pintando retratos,  haciendo copias de pinturas clásicas y algo de pintura religiosa.

Tiene una serie de acuarelas de 1806 cuando estuvo haciendo paisajes en Lake District, con un estilo similar al de Thomas Girtin.

En 1816 consigue contraer matrimonio con María Bicknell después de vencer la oposición del padre de ella durante 5 años y de esta unión, nacieron siete hijos. Si bien eran un matrimonio evidentemente feliz, la salud de María era bastante precaria, lo cual era motivo de constante preocupación para John. Con la intención de procurarle a María uan mejoría viajan temporalmente a Brighton en 1824 y allí John hace una serie de dibujos en los que queda expresada la gradación de las diferentes tonalidades de la luz en su estado natural, lo que el llamaba el “claroscuro de la naturaleza”.

Entre 1816 y 1825 es la época en la que realiza sus obras más famosas como lo son: La inauguración del puente de Waterloo, La catedral de Salisbury, La bahía de Weymouth y su obra más famosa, La carreta de heno, que obtuvo la medalla de oro en el Salón de Pintura de París en 1824.

Reconocido tardíamente en su país, solo hasta 1829 es nombrado miembro de la Academia Real, pero en ese mismo año su esposa María muere de tuberculosis, lo que le provoca una profunda depresión, de la que lograría reponerse de manera definitiva. Ya en sus últimos años se dedica a dictar clases en la Academia Real sobre la historia del paisaje en la pintura, hasta que fallece a los 62 años.