Jorge V del Reino Unido cuyo nombre completo era
George Frederick Ernest Albert of Saxe-Coburg and Gotha, nació el 3 de junio de 1865; fue el segundo hijo de
Eduardo VII y Alejandra de Dinamarca.
Después de una somera educación hogareña, Jorge optó por una carrera naval en 1877, sirviendo con su hermano mayor Albert como cadetes navales y hasta que este último fue enviado a estudiar al Trinity College en 1882. Jorge permaneció en la Armada como oficial hasta la muerte de Albert en 1892. A partir de ese momento, asumió el papel del heredero.
En 1893 se casó con la princesa María de Teck, bisnieta de Jorge III. La pareja tuvo seis hijos - cinco hijos y una hija (de los cuales uno - John - sufría de epilepsia y (probablemente) autismo, y era ocultado de la vista del público).
Con la muerte de la reina
Victoria I el 22 de enero 1901 y la ascención al trono de
Eduardo VII,
Jorge se convirtió en heredero directo al trono.
El mandato de Jorge como monarca - 1910-1936 - comenzó en medio de una crisis constitucional en Gran Bretaña. El gobierno liberal, liderado por el primer ministro Asquith y el Ministro de Economía Lloyd George, estaban en disputa con la Cámara de los Lores, la cámara alta del Parlamento.
La cámara superior dominada por los conservadores había rechazado el proyecto de ley de finanzas anual de 1909, un presupuesto polémico que incluía varias importantes disposiciones en el ámbito del bienestar social. El gobierno estaba en un punto muerto con los Lores no elegidos, y amenazaba con inundar la cámara superior con pares especialmente creados, simplemente con el fin de forzar la ley de presupuesto en el Parlamento.
Fue en este contexto que Jorge V se enfrentó a una difícil decisión. Asquith y Lloyd George requierieron el consentimiento del rey para crear un gran número de nuevos pares; naturalmente, la oposición conservadora esperaba que el monarca se negara a romper con las convenciones al crear tantos pares políticos del partido.
Eventualmente Jorge aceptó la solicitud de Asquith de conceder permiso para crear los nuevos pares si era necesario; momento en el que los Lores se rindieron y aprobaron el presupuesto de Lloyd George. Como consecuencia de la crisis, sin embargo, la Ley del Parlamento de 1911 se promulgó reduciendo severamente el poder de los Lores, incluyendo su derecho de veto de los proyectos de ley.
Durante la Primera Guerra Mundial, el Rey Jorge - y su esposa de May (como era conocida María) - visitaron el frente occidental en varias ocasiones. Durante una de esas visitar su caballo cayó sobre él, rompiendo su pelvis, lesión que lo atormentaría por el resto de su vida.
En medio de la guerra, en 1917, y sensible al origen alemán de la familia real, Jorge cambió el nombre de la familia del muy germánico Saxe-Coburg-Gotha a Windsor.
Ese mismo año el rey polémicamente negó asilo en Gran Bretaña al zar ruso Nicolás II - su primo - y a su familia, después de la revolución rusa. El zar fue posteriormente detenido y asesinado por los bolcheviques.
La depresión de 1929-1931 convenció a Jorge que se requiería un gobierno de unidad para que la nación se uniera en la lucha contra la pobreza predominante de la época. A tal fin convenció a los tres principales partidos políticos de entrar en una coalición temporal de gobierno, laboristas, liberales y conservadores.
Durante el reinado de Jorge V la relación de Gran Bretaña con sus colonias fue sometida a una serie de cambios. Irlanda se dividió en líneas religiosas en 1920 con el sur permaneciendo autónomo; Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica exigieron y recibieron el derecho de autogobierno, lo que llevó a la creación, en 1931, de la Mancomunidad Británica de Naciones. India obtuvo una medida de auto-gobierno en 1935.
Jorge V era considerado ni muy bien educado ni muy instruído; tampoco era un agudo o popular orador. Sin embargo, encarnaba la diligencia y el deber. Trató de ocuparse de las cuestiones, en lugar de definir la política del gobierno, al igual que sus predecesores Victoria I y Eduardo VII.
Jorge V murió el 20 de enero 1936 - el año anterior, 1935, había celebrado su jubileo de plata - después de sufrir una serie de debilitantes ataques de bronquitis. Fue sucedido por su hijo,
Eduardo VIII.