José Benlliure nació en Valencia el 1 de octubre del año 1.855, en una finca de la cual sus abuelos paternos eran los caseros. Nace dentro de una familia de artistas, siendo el segundo de seis hermanos.
Desde muy pequeño, José Benlliure demostró un talento artístico fuera de lo corriente, lo que le llevó a matricularse, con sólo 12 años, en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, empezando con 14 años a pintar los retratos del Rey de Saboya y del Conde de Turín.
En el año 1.872, se traslada a la capital de Francia, donde tiempo más tarde se reuniría con su hermano Mariano. Poco tiempo después, pinta
“La Gólgota”, obra con la que obtiene un premio. Este hecho motiva al Estado español a comprarle el cuado, por el que le paga 3.000 pesetas.
Con el dinero obtenido por el cuadro, emprende un viaje a la capital de Italia. En Roma conocerá a otros artistas españoles, como José Villegas, Alvarez Catalá o Más i Fondevila. Durante su estancia en esta ciudad italiana su trabajo es incesante, creando una técnica muy especial, a la que él ya llama técnica costumbrista. La mayor parte de sus obras de esta época las vendió en Inglaterra, país en el cual es distinguido, en el año 1.884, con la Medalla de Plata en la Exposición de Londres.
En estas fechas ya había pintado el cuadro
”la Visión del Coliseo”, con el que obtendría la primera Medalla Nacional, presentándolo también en la exposición de Munich, donde obtiene la Medalla de Oro de Primera Clase, al mismo tiempo que es nombrado académico de Bellas Artes de Munich.
El pintor sigue obteniendo galardones y reconocimientos internacionales, premios como la medalla de Isabel la Católica, o de la Legión de Honor francesa.
A comienzos de la década de los 30 fue nombrado hijo predilecto de la ciudad de Valencia, y el 5 de abril de 1.937, muere en Valencia a la edad de 82 años, coincidiendo con la Guerra Civil española, lo cual impidió que se le diera a su muerte el auge que merecia.
Es precisamente en la capital del Turia donde se encuentra la Casa Museo de los Benlliure, lugar donde se pueden admirar, entre muebles y objetos del siglo XIX, distintas obras de esta prolífica familia de artistas.
Entre los cuadros más conocidos del artista, podemos destacar
“El tio Andreu de Rocafort”, “El Cardenal romano”, “El retrato de María”, “La barca de Caronte” o
“Mi jardín”.