José Enrique Camilo Rodó Piñeyro nació en Montevideo el 15 de julio de 1871. Hijo de un padre catalán que murió cuando José tenía doce años, fue en gran parte autodidacta. Asistió a la escuela primaria, pero dejó la escuela secundaria para emplearse a tiempo parcial. Leyó ampliamente en la biblioteca dejada por su padre y en la biblioteca del Ateneo de Montevideo. Centro intelectual de las artes y las humanidades, el Ateneo también proporcionó el ambiente que nutrió el crecimiento de
Rodó. Estuvo muy influenciado por las obras de ensayistas franceses, españoles e ingleses, prestando también mucha atención a las obras estadounidenses.
La juventud de Rodó fue un período de grandes, y en ocasiones violentos cambios en Uruguay. En marzo de 1895, junto con varios otros jóvenes, fundó la Revista Nacional de Literatura y Ciencias Sociales. Se publicaron sesenta ediciones antes de su cierre. Rodó quería fundar una academia de literatura y lenguaje, y esto se convirtió en un compromiso para él. Sus preocupaciones sobre los valores tradicionales y el uso adecuado de la lengua, se reflejaron en sus publicaciones. Su trabajo fue único en la medida en que, incluso sin su firma, fue reconocido en España por su dominio de las ideas y del modernista estilo literario.
La unidad espiritual e intelectual entre América Latina, con España y Europa era la principal preocupación de Rodó; consideraba incluso a Brasil como una variación de este principio, y en su trabajo principal, Ariel (1900), discutió estas ideas con mucho detalle.
Rodó admiraba algunos aspectos de la vida estadounidense: su tecnología, el espíritu de libertad personal y sociedad abierta, el respeto por el trabajo útil, y el rápido crecimiento de la grandeza política. Pero estos podrían ser una trampa, en particular para las masas latinas. El materialismo americano era un desafío abierto a Latinoamérica.
Elogiaba también las tradiciones del humanismo y los logros intelectuales del pasado y del presente en el sur de Europa. La "sagrada tradición cultural y el respeto por el genio" podían combinar con el sentido de libertad y progreso material de los latinoamericanos, pero nunca en detrimento de una minoría superior que mantuviera sus valores de vida. Un proceso de nivelación nunca debía ocurrir a través de la educación de masas o el cambio técnico populista.
En 1897 una revolución derrocó al presidente, y Rodó cerró su diario, en pos de la paz política; poco después aceptó un puesto de profesor de Literatura en la Universidad Nacional.
En 1902 aceptó su elección a la Cámara Nacional de Representantes, donde se desempeñó durante 8 años. Se opuso a la abierta posición contra la Iglesia del gobierno de José Batlle aunque sin demasiado éxito. Rodó volvió al trabajo intelectual y se mantuvo con la enseñanza y el trabajo diario. El 14 de julio de 1916, viajó a Europa como corresponsal en el extranjero para las publicaciones de Montevideo y Buenos Aires. Murió en Palermo, Italia, el 1 de mayo 1917.
La influencia de Rodó en los jóvenes intelectuales e idealistas de su tiempo, y los latinoamericanos hasta la década de 1940, fue enorme. Como nunca visitó los Estados Unidos, muchas de sus ideas no eran precisas. Sin embargo declaró firmemente el principio de unicidad latina en contraste con los Estados Unidos y estableció un estándar que ha conservado importancia.
Ariel fue el tercero de una serie de ensayos titulados La vida nueva. Otros títulos fueron El que vendrá (1897) y Rubén Darío (1899); el segundo es un análisis crítico de la obra del famosos poeta nicaragüense. En 1906, reflejando su experiencia política, Rodó escribió el ensayo Liberalismo y Jacobinismo. En 1909 publicó el libro, Motivos de Proteo. Una obra póstuma es El camino de Paros, una colección de obras escritas en 1916 y 1917.