José Vasconcelos (1882-1959), fue un filósofo, sociólogo, ensayista, educador e historiador mexicano, bien conocido por su autobiografía en cuatro volúmenes.
Nació en Oaxaca el 27 de febrero de 1882, pero poco después su familia pronto se trasladó a Piedras Negras. Cuando José comenzó la escuela, caminaba por el puente cada día para asistir a clases en el lado del Río Grande de Texas. Más tarde, la familia se trasladó a otras ciudades mexicanas, y por un tiempo asistió al Instituto Campechano y luego, en Ciudad de México, a la Escuela Nacional Preparatoria y la Facultad de Derecho, donde se graduó de abogado en 1907.
Vasconcelos perteneció al Ateneo de la Juventud y participó en la Revolución Mexicana del lado de Francisco Madero y
Pancho Villa, mientras publicaba numerosos artículos sobre las actividades de los intelectuales mexicanos.
Cuando triunfó la revolución, Álvaro Obregón lo nombró presidente de la Universidad Nacional de México, y desde 1921 hasta 1924, haciendo una contribución extraordinaria como secretario de educación pública, organizó la educación popular, creó ibliotecas, fomentó la pintura mural y llevó a cabo un amplio programa de publicaciones, tambipen convcando a educadores de la talla de Pedro Henríquez Ureña y
Gabriela Mistral.
En 1925 publicó "La raza cósmica", seguido de "Indología" en 1926, en los cuales se ocupó de la cultura de la América hispana.
Debido a las dificultades políticas, Vasconcelos tuvo que salir de México en varias ocasiones, viajando por Europa y Estados Unidos. En 1929 lanzó su campaña para la presidencia de México, pero fue derrotado y una vez más debió exiliarse, viviendo en Europa, Asia, y América del Sur. Desde París y Madrid, dirigió "La Antorcha", una revista que publicó en los años siguientes a su campaña presidencial.
Vasconcelos es bien conocido por los cuatro volúmenes que constituyen su autobiografía: "Ulises criollo" (1935), "La tormenta" (1936), "El desastre" (1938), y "El proconsulado" (1939), de los cuales, los dos primeros volúmenes son particularmente excepcionales. En esta autobiografía se revela como un hombre de sentimientos muy fuertes, a veces contradictorios; pero debido a su espíritu, este trabajo es el documento más valioso de su tiempo y, a pesar de sí mismo, una obra literaria, especialmente en el caso de "Ulises criollo", que recrea los años de su infancia, adolescencia y edad adulta temprana, llevando la historia hasta los acontecimientos que siguieron al asesinato de Madero. Bajo el término de "criollo", Vasconcelos se comprometió a defender un tipo de cultura hispana, tanto en contra de un falso culto a los indígenas, como contra la influencia anglosajona.
En 1940 regresó a México y se convirtió en director de la Biblioteca de México, continuando en esa posición hasta su muerte. Perteneció a un sinnúmero de grupos culturales, tanto en México como en el extranjero, incluyendo el Colegio Nacional y la Academia Mexicana de la Lengua.
Murió en la Ciudad de México el 30 de junio de 1959.