Josep Mengele

Más conocido como El ángel de la muerte por sus experimentos con seres humanos en los Campos de Concentración de Auschwitz en Polonia, nació en Baviera el 16 de marzo de 1911 y murió en Brasil el 7 de febrero de 1979, se llamaba realmente Josep Rudolf Mengele.

Fue el mayor de los tres hijos de Karl Mengele y su esposa Walburga, quien falleció en 1946 y quienes gozaban de una sobresaliente posición económica por sus propiedades industriales en Günzburg en Baviera. Estudió Medicina y Antropología en las universidades de Munich, Viena y Bonn.

En 1935 recibe el doctorado en Antropología y a partir de esto es enviado a trabajar como ayudante de Otmar von Verschuer en el Instituto de Biología Hereditaria e Higiene Racial de la Universidad de Francfort. Y gracias a esta supervisión, Mengele se convirtió en un fanático antisemita, completamente convencido de la superioridad de su raza aria, llegando a expresar siempre un profundo desprecio por los judíos.

Contrae matrimonio en 1938 con Irene Schönbein, una joven luterana de gran belleza física y de una pulida educación intelectual, con quien tuvo un hijo de nombre Rolf quien hasta el final de sus días, aun siendo un fugitivo, mantuvo contacto y relación con él, a diferencia de Irene, su esposa.

En 1932 se afilia a los Cascos de Acero, que era la Liga de los soldados de vanguardia y solo hasta 1937 se afilia al partido nazi y en 1938 se incorpora a las SS. Gracias a su brillante desempeño en le frente oriental donde había sido enviado, fue ascendido a Capitán y reasignado como Lagerarzt, que era el médico de un campo de concentración.

El 24 de mayo de 1943 se convierte en médico del campo gitano, que era una sección de Auschwitz, teniendo como superior a Eduard Wirths, pero fue en esa estadía que tan solo alcanzó 21 meses que alcanzó el fatídico apodo del “Ángel de la muerte”. Cuando llegaban los vagones llenos de prisioneros judíos, Mengele los esperaba en el andén, perfecta y elegantemente vestido y perfumado y en compañía de los otros médicos, señalaba con un gesto de la mano, quienes iban directamente a las cámaras de gas y quienes podían ser seleccionados para hacer trabajos fuertes o para sus experimentos, que fueron perdiendo el más mínimo sentido de humanidad.

El notorio espacio entre los dientes superiores de frente, era una de las características más notorias de este personaje y eso le daba un aire de mucha dureza y frialdad en su rostro. Finalmente se dice que nunca demostró una pizca de humanidad para cualquiera de los deportados e incluso se afirma que personalmente asesinó a varios por desobedecer alguna norma o sencillamente por adquirir una infección o enfermedad después de sus extraños experimentos.

Sentía un profundo interés por los gemelos, lo que permitía que estos gozaran de ciertos privilegios cuando llegaban al campo de concentración, ya que para Mengele, los prisioneros eran solo elementos de experimentación. Aun cuando sus experimentos no tenían ningún valor científico ni comercial, siempre fueron financiados por el Estado nazi, como cuando intentó cambiarle el color de los ojos, inyectando sustancias químicas directamente a los ojos de los niños, varias amputaciones y cirugías de una extrema dureza, cercana a la brutalidad o cuando intentó crear siameses artificialmente uniendo la unión de las venas de los gemelos, lo que terminó en un sonoro fracaso y en la infección de las manos de la mayoría de los gemelos sometidos a esta operación.

También solía extraerles los ojos a sus pacientes y los colocaba en una pared para que se pudiera apreciar las variedades heterocromas que existían. También intentó cambiar el color de pelo, inyectando químicos subcutáneamente y realizó algunos experimentos con le médula espinal que invariablemente terminaron con la parálisis de los afectados.

El 17 de enero de 1945 Mengele dejó el campo el 17 de enero de 1945, diez días antes de que el ejército ruso lo liberara, por lo que huyó hacia el oeste camuflado como miembro de la infantería con una identidad falsa. Durante los juicios de Nuremberg, los aliados lo liberaron puesto que nadie lo mencionaba y ellos no sabían de su  importancia.

Ayudado por el gobierno de Stroessner en Paraguay, llega en 1949 y se divorcia de Irene por correspondencia después del repudio de ella y su familia y se instaló en la Argentina, en donde retoma su nombre original y viaja a Suiza en 1956 a visitar a su hijo.

Cuando su identidad es reconocida en Argentina, se escapa a Brasil donde terminó viviendo con extrema sencillez en una favela, protegido por otra familia alemana y muere ahogado en la playa de Bertioga y solo por la prueba de ADN fue confirmada su identidad después de exhumar su cadáver que había sido enterrado en Embu, con el nombre de Wolfang Gerdhard en un entierro al que solo había acudido su hijo Rolf.

Su impunidad aun es lamentada por los israelitas.