Kim Peek

Kim Peek nació el 11 de noviembre de 1951 en Salt Lake City, Utah. Los médicos que atendieron su nacimiento y vieron su avance muy distinto al de otros bebes, informaron a sus padres que el pequeño Kim padecía de un severo retraso mental y que tal vez jamás podría caminar, recomendándoles internarlo en un centro especializado.

Su cráneo era muy grande, por lo que se le diagnosticó macrocefalia y no tenía cuerpo calloso, el tejido que une ambos hemisferios cerebrales y que hace posible que las células puedan conectarse. Estudios posteriores explican que por esta falta, sus neuronas se juntaron y fueron capaces de formar una sola masa, que pudo ser capaz de memorizar el 98 % de todo lo que escuchaba y leía.

Kim no fue autista y su coeficiente intelectual sólo llegó a 73. Desde muy pequeño sus padres empezaron a leerle libros y ya era capaz de recordar todo lo que escuchaba.

A los tres años le preguntó a su padre el significado de una palabra y al mostrarle el diccionario comenzó a buscar y localizar todas las palabras en orden alfabético y después las leía.

Desde ese día comenzó a leer y habría memorizado unos 9 mil libros, se dice que leía dos páginas entre 8 y 10 segundos, ya que con cada ojo leía una página distinta. Pudo caminar a los 4 años y a la vez se obsesionó con los números y la aritmética. Leía directorios telefónicos y sumaba columnas completas de números telefónicos.

Desde 1969 comenzó a trabajar en un taller para discapacitados, con su prodigiosa mente ayudaba a preparar información de hojas de contabilidad para pagar los cheques de planillas. Pero, contradictoriamente, siempre fue una persona dependiente ya que su coordinación motora era demasiado limitada y era incapaz de abotonarse la camisa o amarrarse las agujetas de los zapatos.

Su gran capacidad para retener y recordar información, tampoco le permitía interpretar lo que leía, elaborar algún resumen de lo leído o sacar conclusiones.

La Sociedad médica de Wisconsin le realizó varios estudios y en 2004 la Nasa también lo examinó con una serie de exámenes. Se le grabó mientras se le realizaba una resonancia magnética y una tomografía, para poder recrear una visión tridimensional de la estructura de su cerebro.

A pesar de poseer increíbles habilidades musicales, literarias y de cálculo, Kim carecía de aptitud musical, pero sólo al escuchar una canción, la podía tocar en el piano y reconocía de inmediato al autor de la misma.

Kim Peek fue quien sirvió de inspiración para producir la película Rain Man, que interpretó Dustin Hoffman a fines de los años 80.

Fue el más famoso y prodigioso de los “Savant”, una persona discapacitada ya sea física o mental, con  increíbles habilidades para realizar cálculos extremadamente difíciles o retener gran cantidad de información. Pero muy distinto a cualquier otro Savant, socialmente había progresado enormemente, ya que debido a sus demostraciones pudo relacionarse con mucha gente.

Kim estaba sano y por ello junto a su padre, quien lo acompañó todos los días de su vida, se habían estado preparando para las fiestas navideñas. La mañana del 19 de diciembre del 2009, mientras abría las tarjetas de navidad, fue sorprendido por un fulminante ataque al corazón que terminó con su vida, a los 58 años.